El Ford Raptor "responde"

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Tras esta toma de contacto con el pick-up más radical del fabricante del óvalo podemos concluir que el Raptor “responde”. Veamos sus respuestas.

El Raptor 2024 responde en cualquier terreno.
SILVIO PINTO

19 de junio 2024 - 16:38

Entrecomillamos el verbo ante la buena respuesta que ofrece nuestro protagonista en cualquier terreno y situación, que no es lo mismo. El Raptor aúna dos cualidades muy apreciadas en las personas y muy cercanas entre sí: comportamiento (en cualquier terreno) y “saber estar” (en cualquier situación).

Para acercarnos más al Raptor y conocerle más en profundidad, vamos a hacerle un tests de ocho preguntas (y media); a ver qué nota saca.

Así se nos presenta el cuadro de instrumentos cuando ponemos el contacto.

¿Puede ser el Raptor un vehículo de representación?

Si la validez de un vehículo de representación se mide por el número de miradas que roba a su paso, sin lugar a dudas deberíamos considerar al Raptor como uno de los vehículos que mejor imagen de empresa (o personal) puede proyectar en la actualidad.

Su imponente aspecto exterior viene acompañado en nuestra unidad de unos acabados interiores que conjugan un punto de deportividad y exclusividad, que tratándose de un pick-up de corte tan radical, le confieren un aire de vehículo con clase.

El volante multifunción tiene una factura impecable.

¿Qué tal rinde en carretera?

El Raptor se comercializa con un V6 de gasolina de tres litros que rinde 292 cv, que ya probamos (y que nos sorprendió muy gratamente) y con este diésel de dos litros que rinde 210 cv. Ambos motores van asociados a una caja de cambios automática de 10 velocidades, aunque el desarrollo del grupo es más largo en el caso de la mecánica de gasóleo para lograr un régimen en carretera más acorde con el que requiere un diésel.

Nuestro protagonista no tiene ningún problema en mantener cruceros legales en carretera, aun en los casos más extremos, recurriendo a los distintos modos de conducción que ofrece el software del cambio. Cuando el terreno cambia sus características, el Raptor se adapta a las nuevas circunstancias sin dificultad alguna (ver en "saber más").

La segunda fila admite tres pasajeros.

¿Y el confort en carretera?

Las suspensiones elegidas para el Raptor le confieren un elevado confort de marcha en carretera. En firmes en buen estado nada que decir, puesto que su concurso es testimonial, pero cuando nos encontramos algún bache o firme en mal estado, los amortiguadores de válvulas Performance Fox Live (de gestión electrónica) entran en acción con inmediatez, aunque sin necesidad de emplearse a fondo.

Resulta admirable el comportamiento tan noble que ofrece esta mole de casi cinco metros y medio (5,38 m) a pesar de sus dos toneladas y media de peso, su elevado centro de gravedad (en relación con un turismo) y sus neumáticos off-road. Tan solo en los pasos de curva rápidos percibiremos que las inercias existen, aunque la electrónica juega con maestría sus bazas, que son menos cuando el asfalto está mojado.

En la vista lateral se puede apreciar la longitud del Raptor.

¿Qué pasa fuera del asfalto?

El confort en caminos rotos es dónde realmente se pone en valor la suspensión electrónica activa, permitiendo a los ocupantes del Raptor disfrutar de una calidad de vida a bordo inusual en vehículos destinados a circular por estos lugares.

Se nos antoja incluso "deficitaria" la transmisión de irregularidades al habitáculo, puesto que el Raptor nos transmitirá que podemos ir a más velocidad de la recomendada porque para el conductor será muy sencillo conducir en estos terrenos.

Dos pasajeros viajarán con bastante amplitud en la segunda fila.

¿Y el rendimiento del motor en baja?

Precisamente es en este rango de revoluciones dónde más brilla el diésel frente al gasolina. Aunque el dos litros de gasóleo cede 82 cv frente al V6 (y un litro de cilindrada), en par motor entrega hasta 500 Nm, un empate técnico que ganaría a los puntos si nos ponemos exquisitos (el gasolina rinde 491 Nm).

Este EcoBlue además es capaz de ser comedido en los consumos también en este terreno (no olvidemos las masas que maneja este vehículo), sin desmerecer en prestaciones. No obstante, hay que recordar que Ford dispone en su gama Ranger de un diésel de tres litros y mayores prestaciones, que ofrece 100 Nm más de par y una caballería que alcanza los 240 cv.

En este caso, si somos cuidadosos con el acelerador y no abusamos del ralentí, esta versión del Raptor puede ofrecer consumos que no se alejen demasiado de los dos dígitos a los 100 km, aunque aquí sí que intervienen muchas variables que influyen en el resultado final.

Distribución paralela de las guanteras frente al acompañante.

¿Herramienta de trabajo eficaz?

Sin lugar a dudas, el Raptor es algo más que "una cara bonita". Su caja es casi cuadrada: 1,54 m de largo por 1,58 m de ancho (entre pasos de ruedas se estrecha hasta los 1,22 m).

Si a estas dimensiones añadimos una profundidad de vadeo de 85 cm, una altura libre al suelo de 23,3 cm, un ángulo de ataque de 31º y el de salida de 27º, podemos concluir que nuestro protagonista puede transportar 600 kg de carga a lugares a los que sería imposible acceder con otros vehículos.

La pantalla central anuncia qué vehículo tenemos en nuestras manos.

¿Conectas conmigo?

Sin lugar a dudas este es uno de los puntos fuertes del Raptor en particular y de la gama de industriales de Ford Pro en general: la conectividad de Sync 4.

Sync 4 nos conecta con la nube para disponer de mapas actualizados y datos de tráfico en tiempo real, pero también "nos escucha" cuando le pedimos que busque un determinado destino, o que envíe un mensaje de texto o reproduzca nuestra música favorita.

¿Y cómo conectamos con Sync 4? Muy sencillo; además de mediante comandos de voz tal y como hemos indicado, podemos interaccionar mediante la espectacular pantalla de doce pulgadas que domina la consola central.

Con una conducción "comedida", los consumos del Raptor impresionan.

¿Y el resto de la información?

Otra docena larga de pulgadas (12.4") se lleva el cuadro de instrumentos digital, en el que Ford ha sabido integrar nuevas funcionalidades sin que perdiera las características más relevantes y singulares del anterior, como por ejemplo la presentación del ordenador de abordo.

El resultado final se puede presentar como una combinación de un formato que podríamos denominar "clásico", pero tras el que se esconde un mundo de posibilidades crecientes, porque conociendo a Ford Pro y su casi obsesión por la conectividad, el cuadro de instrumentos irá incrementando el número de funcionalidades en base a lo que vaya demandando la evolución tecnológica constante en la que estamos envueltos.

La iluminación del cuadro de instrumentos por la noche es ideal.

Conclusión

En definitiva el último Raptor puede ser el más duro del lugar, si requerimos de su concurso en terrenos rotos fuera del asfalto, pero también puede ofrecer un confort de ruta en autopista y autovía que poco tiene que envidiar a turismos de clase media/alta.

Las medias de velocidad no son un problema en ninguna circunstancia, y si respetamos la legalidad vigente en esta materia, las leyes de la física también nos respetarán a nosotros sin mayor problema.

Con una conducción racional proporciona consumos racionales (en carretera podemos movernos en "ochos a los cien). Puede ser una útil herramienta de trabajo, un divertido compañero de aventuras cuando lo “pintamos” de barro o un vehículo de “representación” que, cuando el barro brille por su ausencia, brillará por sí mismo. El Raptor "responde".

Los estribos son imprescindibles en el Raptor para facilitar el acceso.

FICHA TÉCNICA REDUCIDA

Motor:

Dimensiones y pesos:

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