Instrumentación digital ¿moda o utilidad real?

Hay conductores que prefieren los tradicionales cuadros “analógicos” frente a los novedosos digitales, y se preguntan qué necesidad hay de cambiar algo que funciona bien. En otros casos el gusto del profesional se decanta por los cuadros mixtos, que ofrecen una parte de la información en “analógico y otra en digital”.

Para gustos los colores y no les falta razón desde su perspectiva a los que quieren aferrarse al clasicismo para recibir la información que demandan, que no suele ir más allá de la velocidad, revoluciones del motor y estado de los depósitos de electricidad, ups perdón, quería decir de combustible.

Quizá sean los cuadros mixtos los que mayor acogida tienen dentro del sector, pues han conseguido aunar lo mejor de estos dos mundos.

Un ejemplo de esta solución, y probablemente el mejor referente que existe en la actualidad lo firma Scania con su modelo Premium que ya acompañó en la presentación de su actual generación de camiones allá por el 2016, aunque este fabricante ya anunció el pasado año que en 2024 digitalizaría por completo este elemento.

Los nuevos cuadros digitales se presentan como una pantalla única que admite diferentes vistas, pudiendo incluso replicar el modelo de la versión "analógica" a la que sustituyen.

Las visualizaciones que permiten suelen ir dirigidas precisamente a proporcionar una experiencia, clásica, otra de corte más moderno, minimizar la información del cuadro e incluso dejar casi completamente "a oscuras" este elemento con el fin de mejorar la concentración del conductor en la carretera y minimizar los reflejos.

También pueden incorporar el mapa del navegador para mayor comodidad y seguridad del conductor, e incluso cualquier otra función que tradicionalmente se localizaba exclusivamente en la pantalla multimedia de la consola central.

Pero como decía al inicio, gusten más o menos, los cuadros digitales configurables están llegando para quedarse, porque la conectividad que permiten es hoy en día una propiedad muy valorada e incluso imprescindible en un vehículo que se quiera considerar de última generación.