¿Volverá el freno eléctrico?
Antaño fue el freno auxiliar de referencia para un buen número de profesionales de la rosca, pero la llegada del retarder acabó por jubilarle.
Los más veteranos del lugar lo recordarán, e incluso algunos habrán devorado miles de kilómetros amparados por él. Gran parte de los conductores en activo probablemente nunca hayan tenido ocasión de probarlo, e incluso los más novatos ni siquiera conocerán de su existencia en un camión pesado.
El tradicionalmente llamado ralentizador (no tiene nada que ver con los actuales frenos de estacionamiento de accionamiento eléctrico) era un clásico en los camiones de hace medio siglo. Aquel freno eléctrico auxiliar se “colaba” generalmente “en medio” del árbol de transmisión.
Su funcionamiento se basaba en la creación de dos campos magnéticos opuestos (en realidad era el conductor el que activaba con una palanca desde su puesto de conducción el segundo).
No difieren los principios (e incluso los componentes) que rigen su funcionamiento de los que tiene un motor eléctrico o un alternador (todos tienen su rotor y su estátor con su bobinado como elementos principales).
No quiero desviarme demasiado con este tipo de detalles, porque es hora de comenzar a contestar a la pregunta del titular, y la respuesta gustará mucho a los menos jóvenes que aún añoran (o se jubilaron haciéndolo) al “freno independiente” desaparecido años atrás.
Salvavidas de muchos de ellos, aquella palanca milagrosa situada generalmente junto al mando del freno de estacionamiento (y/o de la palanca de cambios) actuaba solamente sobre los frenos del semirremolque.
Redentor de aquellos “descarriados” conductores que desafiaron en alguna ocasión las leyes de la física con su tráiler en una curva mal interpretada, entrando más fuerte de lo debido.
La única manera de “endezar la situación” era tirar “del independiente”, pues frenar en curva en esas circunstancias con un articulado ya en ángulo sólo puede empeorar las cosas (algo saben de esto los moteros aunque sus motos no admitan este doblez).
También es cierto que por “aquellos entonces”, algunos aventajados que trabajaban al enganche abusaban de la bondad de este sistema de retención para reducir el desgaste de los frenos (y neumáticos) de sus tractoras, pudiéndose encontrar uno con semis bastante perjudicados en estos dos apartados.
Eran tiempos, los más lejanos, en los que el ABS brillaba por su ausencia. Años más tarde comenzó a hacerlo (brillar pero de verdad) en tractoras, y ya en fechas más próximas en los semiremolques que cambiaron la "tonada" del tambor por la sinfonía del disco (me refiero al tipo de frenos que montaban, por supuesto).
Siglo XXI, años 20
Aquí nos encontramos. Todo parece indicar que en esta era electrizante en la que los EMS (European Modular System) o conjuntos euromodulares popularmente conocidos como "megatrailers") y los dúo-tráilers, son ya una realidad en nuestro país (en algunos países europeos llevan años siéndolo), podrían contar en un futuro no demasiado alejado con algún eje electromotriz en sus semirremolques.
Además de frenar en los descensos, aportarían unos caballos extra en los ascensos alimentados por alguna batería de última generación que apenas lastre el conjunto (y si lo lastra en exceso se modifica la legislación en pos del medio ambiente y arreglado).
Esta solución incrementaría además de la seguridad de los vehículos que la emplearan, la autonomía de los camiones eléctricos y reduciría el consumo de los diésel.
Hay ya fabricantes que llevan años trabajando sobre esta idea, como Randon, una de las empresas más importantes de remolques y semiremolques de América, con sede en Brasil.
Ha pasado ya un lustro desde que presentara su eje electrificado para semirremolque que permite retener al vehículo y recuperar energía en los descensos, y aportar ese par extra para aligerar las subidas.
Así pues podemos concluir que el "retardador eléctrico" puede llegar a ser un habitual en el transporte más pesado en un futuro próximo.
Cambiará su ubicación (como hace el GPS de mi coche cuando le viene en gana) abandonado la cadena cinemática para dar vida en forma de energía a un eje del semirremolque cuando se le solicite potencia, y para actuar como un "freno independiente" cuando tenga que sujetar al camión, aunque en este caso será la electrónica y no el "avieso" conductor (como antaño) la que decida su concurso.