¿Son eficientes los conductores del siglo XX en el siglo XXI?
Ya adelanto que hay una palabra mágica en el mundo de la eficiencia energética y seguridad en la conducción que nunca caduca: “formación”.
La evolución permanente en la que se encuentra la industria del vehículo industrial hace que nos planteemos esta duda, pero ya adelanto que un conductor eficiente no tiene edad.
Hace aproximadamente un cuarto de siglo el mundo del camión experimentó una importante transformación. Los principales fabricantes del sector renovaron sus gamas de producto con nuevas generaciones. Estamos hablando de los últimos años del milenio pasado.
Este detalle suponía un cambio de concepción del vehículo en algunos aspectos importantes, siendo necesaria una actualización formativa e informativa para que los buenos conductores pudieran obtener un óptimo rendimiento de las nuevas mecánicas como lo venían haciendo con las que conducían hasta ese momento.
Dos de los aspectos que más hubo que trabajar fue el correcto empleo de los nuevos frenos motores de válvulas, y la adaptación a un nuevo régimen de giro del motor, mucho más bajo que al que estaban acostumbrados a trabajar.
En la actualidad, y justo antes de dar el paso definitivo a la electromovilidad, sucede algo similar en lo que respecta al manejo de los camiones con motores térmicos de última generación que dispongan de los últimos avances tecnológicos. A continuación vamos a citar otro par de ellos que adquieren gran importancia, especialmente si buscamos el mejor balance entre rendimiento y consumo:
El conductor eficiente ahora no necesita ser un artista en el manejo del cambio (porque la electrónica lo hace por él), pero sí que debe ser capaz de saber qué programa (suele haber dos o tres posibilidades) es el más oportuno para cada tramo. Para ello debe conocer las características diferenciadoras de cada uno de ellos.
El conductor eficiente también debe “afinar” con las tolerancias de velocidad (por encima y por debajo de la programada) que son más convenientes para cada situación, una vez elegido el modo más adecuado de conducción que mencionábamos en el punto anterior, y dando por sentado que va a confiar en el control de crucero inteligente con guiado por GPS, porque a estas alturas son de fiar.
En definitiva, para ser un conductor eficiente en el año 21 del siglo XXI no basta con saber que el modo Eco es menos agresivo que el modo Power, y programar la velocidad máxima para que actúen los frenos auxiliares si la rebasamos. El conductor eficiente debe conocer todas las posibilidades que brindan los automatismos de su camión, y la lógica que emplea el software correspondiente, y ello se consigue con formación continua, con independencia de los años que sume nuestro DNI.