¿Cuántos tipos de motores hay en el segmento de las furgonetas?
Las mecánicas diésel han dominado el mercado de los vehículos ligeros de reparto, pero en los últimos años las cosas han cambiado.
Durante décadas el gasóleo era el único combustible que movía el transporte más ligero, contando como única excepción algún propulsor de gasolina en vehículos derivados de turismo, pero las cosas han cambiado sustancialmente en los últimos tiempos. Veamos qué opciones podremos encontrar en este 2021.
Gasóleo
Es el combustible estigmatizado por excelencia, acusado de tener un pasado turbio, con unos predecesores muy contaminantes y responsables del cambio climático. Todos los grandes fabricantes mantienen modelos con estos propulsores en sus catálogos, aunque es probable que en breve veamos como alguno se desliga definitivamente de esta tecnología, que a día de hoy pasa por ser la más viable en gran número de aplicaciones, por sus costes y magnífico rendimiento.
Gasolina
Con la pujanza y desarrollo de los motores de combustión, los de explosión dejaron de ser una alternativa desde los años 90, quedando como una oferta residual, pues su rendimiento y consumo quedaban bastante alejados de los mejores diésel. Con estos últimos en el centro de la diana, la gasolina ha recuperado (y sigue haciéndolo) un protagonismo casi injustificado para un uso profesional, aunque encontramos algunas propuestas realmente atractivas como el Ford Courier que con su galardonado motor EcoBoost 1.0 ha conseguido hacerse con un hueco en el mercado. En el futuro inmediato veremos más gasolina en los depósitos de las nuevas Renault Kangoo y en algunos modelos comerciales de Volkswagen entre otros.
Eléctrico de autonomía extendida
También encontraremos un depósito de gasolina, pero la propulsión es siempre exclusivamente eléctrica. Nos referimos al Ford Transit Custom, que nuevamente recurre a su afamado EcoBoost para emplearlo como “generador” y producir la energía eléctrica necesaria para recargar la batería que alimenta la máquina eléctrica que mueve la furgoneta. Por supuesto que también dispone de toma para conectarse a la red eléctrica.
Híbrido enchufable
Aunque el modelo mencionado en el punto anterior es considerado por algunos como tal, la realidad es que en el momento de escribir este post no se comercializan furgonetas con esta tecnología, aunque es previsible que esta circunstancia cambie en breve. En este apartado reconocemos a los vehículos que pueden desplazarse con motor térmico o eléctrico indistintamente.
Híbrido ligero
Se trata de vehículos con motor diésel o gasolina que reciben el apoyo de uno eléctrico para reducir el consumo y las emisiones. Es una solución relativamente económica que permite que una furgoneta con etiqueta C pase a Eco. La mayoría lo consiguen tomando como base un motor de gasóleo, aunque Fiat con el pequeño Panda Van Hybrid se apoya en un tres cilindros de ciclo Otto.
Eléctrico "puro"
Aquí sí que ha crecido la oferta. Los fabricantes más importantes ya cuentan con versiones eléctricas en algún modelo, y alguno de ellos ya tiene completamente electrificada toda su gama como Peugeot, que además ha anunciado junto con Opel la disponibilidad de unidades con pila de combustible.
Pila de hidrógeno
El Opel Vivaro y el Peugeot Expert han sido los primeros vehículos presentados en sociedad (aún de manera online) que emplean el hidrógeno como combustible para generar electricidad.
Gas natural
Los motores que emplean este gas como alimento hablan principalmente italiano. Fiat lleva años ofreciendo en toda su gama esta solución, mientras que Iveco con su Daily (y con permiso del Fiat Ducato) domina con autoridad el segmento del "metano" sin competencia significativa.
GLP
Dacia aún mantiene en su catálogo un Dokker alimentado por propano. Aunque hemos tenido en nuestras manos algunos modelos de otras marcas hace ya algún tiempo, podríamos considerar al nuevo Piaggio Porter NP6 como la última novedad presentada en este sub-segmento.