No te "mueras" de sueño
La alerta de cansancio es una ayuda puntual para un momento de somnolencia, pero no sustituye las horas de sueño.
Hay un dato demoledor del que deberíamos tomar conciencia todos los conductores, más allá de que nuestros vehículos dispongan o no de alerta de cansancio: el sueño estuvo detrás del 7% de los siniestros mortales que se produjeron en 2021 en nuestras carreteras. No lo digo yo, lo dice Tráfico.
Pero los números y razones que pone sobre la mesa la DGT van más allá: en ese mismo año fallecieron en España 77 personas por esta causa. La media anual de víctimas mortales de la última década está en 75 personas y las no mortales (pero graves) en 250. Es la segunda causa de accidentes mortales solamente superada por el alcohol.
Centrándonos en la tecnología, la alerta de cansancio detecta la falta de atención previa del conductor, que suele producirse, antes de que Morfeo (dios del sueño) haga acto de aparición para convertir la conducción en una pesadilla.
Un manejo errático de la dirección con la consiguiente salida del carril (aquí el detector de salida del carril, el LDW sirve de apoyo), una velocidad anormalmente reducida o un uso injustificado de los frenos son señales que esta tecnología asocia a un conductor somnoliento.
Cuando esta circunstancia se da, el sistema emite mensajes en el cuadro de instrumentos así como señales acústicas alertando del peligro, pudiendo salvar en un primer momento la vida del conductor, pero ojo, hay que tener en cuenta un par de cuestiones:
- Que el sistema solo funciona a velocidades "elevadas" (dependiendo del fabricante a partir de los 60 o 65 km/h).
- Que si las líneas que delimitan el carril no están bien marcadas, o bien la climatología las oculta (por ejemplo con nieve) el funcionamiento de la alerta de cansancio no será correcto.
No voy a decir nada que no se sepa, pero el mejor antídoto contra la somnolencia es cumplir con las horas de sueño que nuestro cuerpo demande. Beber agua para hidratarse y mantener tono muscular ayuda pero no es la panacea.
Para acabar otro dato que nos proporciona la DGT: conducir con falta de sueño o bajo efectos del alcohol, multiplica por cinco las probabilidades de sufrir un siniestro de tráfico, y por 30 cuando concurren ambos factores.