Cinco preguntas que todo conductor tendría que hacerse antes de circular con nieve
Cadenas, marchas largas, freno motor, neumáticos de invierno ... ¿sabemos realmente cómo actuar en situaciones de baja adherencia?
El temporal de nieve que hemos experimentado estos días, especialmente en la zona centro de nuestro país, ha puesto de manifiesto la falta de adaptación al medio por parte de algunos conductores y vehículos. Veamos algunas de las dudas más recurrentes.
1ª. ¿Cómo debería arrancar? La puesta en marcha del vehículo debe ser suave y el nivel de exigencia del motor progresivo. Esto quiere decir que no es necesario mantener el motor al ralentí durante media hora antes de circular, puesto que de esta manera tan solo estamos “calentando” una parte de la cadena cinemática. No es recomendable ponerse en movimiento inmediatamente después del arranque. Mejor dar unos segundos para que el aceite comience a circular por su circuito, para seguidamente ponerse en circulación con un mínimo nivel de exigencia a la mecánica, que irá creciendo en la medida en la que la temperatura de trabajo vaya aumentando hasta su óptimo grado.
2ª. ¿Es recomendable llevar cadenas? Por supuesto que es recomendable el uso de cadenas en estas circunstancias, porque es posible que sean imprescindibles para transitar por determinados tramos pero, ¿sabemos ponerlas?
Sería recomendable que al menos hubiéramos practicado en alguna ocasión esta operación. Hay distintos tipos de cadenas con diferentes sistemas de montaje. Algunos son muy intuitivos, otros no tanto, pero en cualquier caso una adecuada equipación contra el frío (especialmente unos buenos guantes) nos permitirá afrontar el reto con mayores garantías de éxito. Además la DGT puede exigir su uso para acceder a determinadas vías.
Hay que tener en cuenta que las cadenas están indicadas para circular por la nieve y el hielo, pero cuando estos elementos desaparecen, deberemos retirarlas, puesto que además de dañar el asfalto, reducen notablemente la seguridad activa y perjudican también a diversos elementos del vehículo (incluyendo las propias cadenas) y el confort de los pasajeros.
3ª. ¿Cómo circulo mejor, en marchas cortas o marchas largas? No se trata de circular en marchas cortas o en marchas largas, sino de hacerlo con la marcha más larga que nos admita el vehículo en base a la velocidad a la que circulemos. La finalidad es circular en un régimen de motor bajo para no transferir demasiado par al eje motriz, y de esta forma evitar que esos neumáticos patinen. Si se trata de vehículos con cambio automático que dispongan de varios modos de uso (Power, Estándar, Eco), seleccionaremos el menos enérgico, siempre y cuando no dispusiera de uno específico para circular sobre nieve.
4ª. ¿Es seguro usar el motor para frenar? No, en absoluto. Precisamente debemos evitar el uso del freno motor o del retarder (o el freno eléctrico si se diera el caso), de la misma forma que no usaremos el freno de estacionamiento para este fin. En condiciones de baja adherencia debemos tratar de emplear el freno lo menos posible, pero en caso de necesidad lo haremos pisando (con suavidad) el pedal del freno, actuando de esta manera en todos los ejes con el fin de repartir ese trabajo entre la totalidad de los neumáticos. Algunos camiones de última generación permiten la desconexión del freno motor y retarder por seguridad, de manera que aunque se accione por accidente el mando, éste no se encuentra activo.
5ª. ¿Qué importancia tiene un buen mantenimiento en estas circunstancias? Es fundamental por varias razones, aunque aquí daremos tres especialmente significativas:
1ª) La batería es uno de los elementos que más afectado se ve por las bajas temperaturas. Una batería en mal estado (sin un adecuado mantenimiento) puede pasar desapercibida en unas condiciones climatológicas favorables, pero sus problemas darán la cara a temperaturas bajo cero.
2ª) El líquido refrigerante es importante para el óptimo rendimiento del motor a altas temperaturas (no todo el mundo lo tiene presente), pero es fundamental cuando éstas caen notablemente por debajo de cero, pudiéndose producir gripajes en partes del motor si éste sólo emplea agua como elemento refrigerante. Además un óptimo sellado del circuito de refrigeración es necesario, puesto que una fuga en el mismo, en estas condiciones de uso (velocidades más reducidas y más tiempos de ralentí), podría ocasionar un sobrecalentamiento del motor.
3ª) El desgaste de los neumáticos cobra especial importancia, tanto de los ejes motrices en la tracción, como todos los demás (incluidos los motrices) a la hora de frenar. Los neumáticos de invierno (M+S) son una excelente solución para circular con seguridad, siendo obligatorios en algunos países del norte de Europa, en los que nevadas como la que nos ha dejado Filomena son permanentes durante su largo invierno.