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¿Estás preparado para el frío?

Llegan las bajas temperaturas, y su influencia en distintos elementos de nuestro vehículo, y por lo tanto en el comportamiento de éste.

La nieve puede ser divertida hasta que deja de serlo.
La nieve puede ser divertida hasta que deja de serlo. / Redacción Ruta del Transporte
Silvio Pinto

12 de enero 2023 - 20:34

Cualquier parecido del inicio de este 2023 con el recibimiento del nuevo año por parte de Filomena en el 2021 es mera coincidencia. Aquella borrasca inolvidable nos dejó tantos vehículos congelados bajo su interminable manto blanco, como enseñanzas para el que quisiera verlas.

Aprovechando este recuerdo, que por cierto coincidía con el nacimiento de este medio de comunicación, vamos a recordar algunos aspectos y recomendaciones que no debemos olvidar, y que son válidas tanto para vehículos pesados como ligeros, con el fin de evitar sustos o sorpresas desagradables cuando el mercurio se esconda en los valores negativos de nuestro termómetro y nos toque circular:

  • El precio del combustible está más alto que en ningún otro invierno, pero en esta época es especialmente recomendable no apurar el depósito (puede salirnos muy caro). No facilitemos que una “borrasca de tercera” se convierta en nuestra Filomena particular del 2023. Son muchas las circunstancias que pueden provocar que quedemos bloqueados en una carretera, y debemos de disponer siempre de suficiente combustible como para mantener nuestra calefacción operativa.
  • Somos más dados a fijarnos en el líquido refrigerante en verano, cuando las temperaturas son altas, pero son precisamente las bajas (temperaturas) las que “tapan” un deficiente nivel de este importante elemento en invierno. Si nos encontramos atrapados en una retención o corte de la carretera durante largo tiempo y necesitamos que el motor de nuestro vehículo esté al ralentí para no congelarnos, y el circuito está "seco", por mucha nieve que veamos tras el parabrisas tendremos que acabar por desconectar el motor si no queremos que se gripe.
  • Atención especial a los vehículos de propulsión eléctrica. Las bajas temperaturas reducen de manera muy significativa su autonomía principalmente por dos motivos: porque el rendimiento de las baterías decae (no podemos esperar de ellas las mismas prestaciones que a 25ºC) y porque el mantenimiento de una temperatura confortable en esas condiciones tiene un coste energético muy importante. Las “cuentas” de primavera no valen para esta época (me refiero a los kilómetros de autonomía).
  • Los neumáticos son muy importantes en invierno. Es cierto que el verano es la estación de los “reventones por calor”, pero en la época invernal debemos atender a otros aspectos. Al margen de la diferencia de prestaciones entre los neumáticos de invierno y el resto (este tema queda para otro post) tenemos que saber que los compuestos y el dibujo de la banda de rodadura, influyen en la capacidad de agarre en condiciones de baja adherencia. Por supuesto que el desgaste también, es obvio y conocido, pero no tanto la influencia de las tecnologías empleadas por el fabricante para el desarrollo del neumático, que marcan diferencias significativas entre marcas cuando las condiciones son extremas. Tampoco hay que olvidar que una presión defectuosa reduce la capacidad de evacuación de agua o nieve del neumático.
  • El empleo de los frenos auxiliares no es recomendable cuando las condiciones de adherencia del firme son mínimas. Si nos vemos en la necesidad de frenar sobre una superficie deslizante, no emplearemos ni el freno motor ni el retarder, ni el motor como freno (en el caso de vehículos más ligeros que no dispongan de estos dispositivos). El motivo es claro: si es un solo eje el que actúa como freno, lo más probable es que el vehículo acabe patinando, situación que no se producirá si repartimos esa responsabilidad entre todos ellos (actuando sobre el pedal de freno).

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