El tacógrafo cumple años por docenas

Y tiene cierto sentido hablar de "docenas" en este caso especialmente, puesto que la Europa de los doce (con la entrada de España y Portugal el 1 de enero de 1986) fue una realidad precisamente doce días después de la aprobación de los citados reglamentos.

Dos docenas de horas tiene un día (y catorce una semana) unidad de referencia para medir los tiempos de descanso diario empleada por algunos conductores profesionales en un principio, pues el redondeo facilitaba el entendimiento de la nueva norma (Reglamento 3820/85 en el que se regulaban sus tiempos de conducción y descanso), que traía demasiadas combinaciones como para ser asimiladas de un "solo trago".

Pocos serán los conductores profesionales en activo que conocieran de primera mano (que llegaran a utilizar) aquellas libretas de actividades previas a la implantación del tacógrafo original. Para los que ni siquiera hayan oído hablar de ellas, podríamos decir que se trataba de unos blocks similares a los boletines que en la actualidad se emplean cuando se conduce un vehículo con matrícula roja (muy empleadas en nuestro sector para vehículos de pruebas), con muchos datos en común para rellenar, pero de mayor tamaño (las del siglo pasado).

En 1986 la implantación del tacógrafo analógico es obligatoria en la Unión Europea, y España “ya era Europa” ese año como hemos dicho anteriormente. Los discos diagrama “parafinados” (por cierto, la parafina también es un derivado del petróleo) entraban a formar parte del día a día del profesional de la “rosca”.

A pesar de la sencillez del dispositivo, los conductores de aquel momento también tenían sus dudas y problemas a la hora de hacer un uso correcto de aquel “innovador aparato”: ¿hay que poner uno o los dos apellidos?, ¿y los nombres compuestos? ¿y si no me cabe el nombre entero? ¿hay que hacer la resta entre los kilómetros finales y los iniciales?...

Errores iniciales frecuentes también eran colocar al revés el disco-diagrama, o dejarlo puesto más de 24 horas, o no colocar correctamente el de el segundo conductor (no todos los tacógrafos ofrecían esta posibilidad), cerrar incorrectamente el cajetín del tacógrafo, o emplear un disco "sin usar", pero que había estado puesto en el aparato todo el fin de semana.

También se complicaba el asunto a la hora de adquirir las cajas de discos, pues si bien todos eran iguales en su forma, existían distintas homologaciones para según qué tacógrafo. En su parte posterior, cada disco admitía hasta tres entradas más (para los cambios de vehículo) y la posibilidad de anotación manual para los casos en los que el aparato no registrara correctamente.

Con 20 años le llegó la pre-jubilación al tacógrafo analógico con la aparición de su sucesor digital en 2006. La tarjeta del conductor que lo acompañaba lo hacía mucho más ecológico, puesto que ya no iba a ser necesario emplear toneladas de discos diagrama para su uso como en su antecesor.

En junio de 2019, y tras tres versiones, el tacógrafo digital se vuelve inteligente. Mejora (y mucho aunque no se dice) en eficiencia ecológica, puesto que las autoridades competentes puede acceder a algunos datos del aparato sin necesidad de detener el camión, con el consiguiente ahorro de combustible y tiempo entre otras ventajas.

Lejos quedan aquellos años en los que el “camionero” estaba obligado a llevar durante la conducción los discos-diagrama de la semana en curso, y el último de la anterior, y mucho más cerca está el 31 de diciembre de 2024, fecha en la que el conductor tendrá que mostrar a la autoridad competente cualquier registro manual o documento impreso realizados durante el día en curso y los 56 días anteriores.

Para ampliar estos datos (y muchos otros más) elaborados en colaboración con los expertos en tacógrafo digital de Continental VDO puedes consultar online o descargar aquí la guía elaborada por los expertos de VDO en la que se explican las líneas maestras del nuevo Paquete de Movilidad.

Pero hoy es el aniversario del tacógrafo analógico, y queríamos rendirle un mínimo homenaje, aunque el anecdotario que provocó su implantación, y que un servidor (formador entonces en esta materia) guarda en la memoria daría para al menos una docena de post bastantes más largos que éste. ¡Menos mal que los discos-diagrama pasaron a la historia!