¿Pierdes el tiempo si revisas tu camión o furgoneta antes de emprender ruta?
Un ejército de sensores nos informa del estado del vehículo, pero ¿tiene sentido a estas alturas hacer una revisión del vehículo antes de iniciar la jornada de trabajo?
Son muchos aún los profesionales de la conducción que antes de emprender un viaje hacen una revisión perimetral del vehículo para comprobar que todo está en orden, pero dado que los camiones y furgonetas más modernos nos avisan de cualquier incidencia que pudieran tener, ¿merece la pena continuar con esa revisión o es una pérdida de tiempo?
Queda claro que algunas de las actuaciones que hacíamos en ese chequeo previo al inicio de la jornada de trabajo ya no tienen sentido, pues la tecnología se encarga de ello.
Comprobar la presión de los neumáticos de manera manual, cuando nuestro ordenador de a bordo nos muestra el dato exacto de cada uno de ellos no tiene mucho sentido, pero verificar el estado de los mismos debería formar parte de nuestro modus operandi habitual, de la misma forma que nos calzamos antes de salir de casa.
Un desgaste irregular, un objeto clavado en la banda de rodadura, un flanco deteriorado por un bordillazo, o una botella o lata cobijada entre las ruedas gemelas son detalles en los que aun no repara la electrónica que chequea el camión, y que pueden jugarnos una mala pasada en ruta.
Tampoco nos avisará del estado de las lonas ni de la tensión de las cinchas de nuestro semiremolque o remolque e incluso pasará por alto si la carga se ha desplazado llegado el caso, por una deficiente estiba de la misma.
Sí que se hará eco la electrónica del nivel del aceite, e incluso de su estado, y de que el depósito del líquido refrigerante tiene cantidad suficiente, pero nunca sabrá la cantidad de anticongelante que contiene o si simplemente lleva agua, y este detalle adquiere gran importancia, pues su función no es solo para rebajar el punto de congelación en ambientes fríos, sino también elevar la temperatura de ebullición de la mezcla, y por lo tanto mejorar el rendimiento del motor.
El funcionamiento de las luces puede ser comprobado con facilidad con algunos mandos que permiten su encendido para tal fin, pero lo que no podemos saber si no lo inspeccionamos manualmente es el estado de las tulipas correspondientes y su nivel de limpieza.
Con estos sencillos ejemplos podemos concluir que la tecnología nos facilita la labor de llevar a cabo esa imprescindible revisión diaria previa al inicio de la ruta, pero de momento no puede sustituirla por completo, así que definitivamente no es una pérdida de tiempo, y sí una mejora en materia de seguridad activa, la practica habitual esta buena costumbre.