Tres verdades (y media) absolutas que no lo son
En el mundo del transporte es habitual tomar como dogma algunas “sentencias” que no siempre son completamente verdaderas.
Traemos hoy tres frases (y media) que más de una vez habremos escuchado dentro del mundo del transporte como si de verdades absolutas, indiscutibles e inquebrantables se tratara.
Vamos a tratar de desmontarlas con argumentos, con el fin último de demostrar que en materia de ahorro de energía hay que matizar mucho lo que decimos para que no nos saquen los colores.
- "El camión con neumáticos anchos consume más combustible que el que monta neumáticos más estrechos".
Es cierto a mayor superficie de contacto del neumático con el asfalto hay más rozamiento, y por lo tanto mayor resistencia y mayor consumo, pero siempre y cuando el resto de las variables que influyen en este dato sean exactamente iguales.
En este sentido, algunos fabricantes han comprobado que montar neumáticos con perfil más bajo (por eso son más anchos) reduce significativamente las turbulencias bajo el camión (está más pegado al asfalto) compensando esta mejora aerodinámica su mayor pisada (en algunos casos excepcionales).
- "El vehículo consume menos con el aire acondicionado (funcionado, claro) que con las ventanillas bajadas".
Son muchos los factores que pueden decantar la balanza en un sentido o en otro. Cuando se circula a elevada velocidad, y la temperatura exterior no exige que el compresor del aire acondicionado tenga que trabajar al máximo rendimiento, especialmente en los ascensos, la resistencia que producen las ventanillas abiertas pueden suponer un mayor consumo.
Sin embargo, cuando la velocidad es muy reducida, y el compresor tiene que trabajar a tope para mantener el habitáculo fresco, y nos encontramos en un descenso, el consumo de combustible por la resistencia del aire será inferior al que requiere el equipo de aire acondicionado.
- "Los motores más potentes siempre consumen más".
Pues tampoco. Si partimos de dos camiones con las mismas características técnicas y coincidentes en el resto de parámetros medibles (incluso ambas plantas motrices pueden tener la misma cilindrada), disponer de mayor potencia será una ventaja que permitirá reducir el gasto de gasóleo en algunos tramos, siempre y cuando también igualemos sus velocidades medias, por supuesto.
En los tramos más duros, la mecánica menos musculada recurrirá al cambio en más ocasiones para poder mantener una velocidad media elevada, con las consiguientes pérdidas de inercia por las interrupciones puntuales en la entrega de par que ello supone en la cadena cinemática. Además el régimen de trabajo será más variable, y por lo tanto los caballos obtenidos no siempre se obtendrán en el régimen óptimo.
Por el contrario, a la mecánica de mayores prestaciones no le resultará difícil mantener el ritmo de la inferior manteniendo las revoluciones en el rango más favorable para optimizar el consumo de combustible.
- “El de atrás siempre pierde” (refiriéndose a los neumáticos).
Tampoco es cierto esta máxima, puesto que en las maniobras de marcha atrás, el último es el que llega antes.
Por supuesto que el último punto se trata de una broma, pero también es una frase basada en una “verdad absoluta” que no es tal.
No hay comentarios