Volkswagen Grand California 600: Filosofía de viaje
Como si del gran sueño americano se tratara, podríamos hablar del Grand California como el gran sueño al que cualquier “campista” europeo querría aspirar.
Y es que Volkswagen ha pretendido acrecentar la filosofía, tamaño y pretensiones de su mítica California aprovechando la base de su hermano mayor, el Crafter, que en esta última generación comparte cadena de montaje con el MAN TGE (anteriormente lo hacía con la Mercedes-Benz Sprinter). Disponible en tres longitudes y tres alturas diferentes, el Grand California comparte largo con la variante más corta (5,986 m), pero supera en 17 cm los 2,80 m de la más alta, aunque su alzada interior casi repite los 2,19 m del mayor de los furgones con tracción delantera.
Estas nuevas dimensiones suponen un notable estirón respecto a la California, y pasadas a números (redondos) muestran un crecimiento de un metro extra de largura y otro de estatura. De ancho, el Grand California dispone de 14 cm, que se unen al “abombamiento” de los últimos tramos laterales superiores para colocar una cama de matrimonio transversal con las dimensiones universalmente conocidas por nuestros mayores de (1,35 m por 1,90 m).
Dos dormitorios.
Y ya que de camas hablamos, la de “invitados” se encuentra sobre la cabina, simulando una ejecución “semicapuchina”, aunque con algunas limitaciones. Una de ellas es el peso, soporta hasta 100 kg. Otra las dimensiones, pues la uniformidad de sus 120 cm de anchura no se repiten en su longitud, que ofrece dos cotas en torno al 1,90 y 1,60 m. Simplificando, está pensada para esa chavalería larguirucha y poco entrada en carnes, si queremos acomodar a dos individuos, o como decía al principio, para invitados menudos si queremos acomodar dos cuerpos. La subida se resuelve con una escalerilla plegable que facilita el acceso, a la vez que bloquea (para bien y para mal) el paso entre salón y pasillo.
En el techo de este lecho elevado se encuentra una de las dos claraboyas practicables (con mosquitera y cortinilla de persiana ambas) que dota de gran luminosidad a la Grand California. El formato se repite en todas las ventanas del costado y traseras, solución que facilita la ventilación, la buena iluminación y la privacidad cuando así se requiere. Para las lunas de la zona de cabina se ha recurrido a unas cortinas de quita y pon, con el perímetro imantado en el caso de las laterales, mientras que las que cubren el parabrisas recurren a varillas en sus extremos y solapas que se ajustan a los parasoles. Defienden con solvencia el interior de las miradas indiscretas exteriores pero se rinden ante la luz, echando en falta un mayor grado de opacidad para las “noches de luna llena”.
Del dormitorio principal dispone de un colchón (de 1,90 por 1,35 m) algo más grueso que el de las "visitas" (lógico), y un singular “somier” que recurre a unos elementos plásticos y flexibles en lugar de las lamas de madera del "semi-capuchino", con un resultado satisfactorio con el paso de las horas (así me lo ha hecho saber mi experimentada espalda). Reparte huecos prácticos para objetos, luces individuales de accionamiento casi táctil, entradas USB y barra para perchas con una legión de armarios dominando el perímetro superior de la alcoba.
Cuarto de baño completo
Uno de los aspectos más destacados del Grand California es precisamente la incorporación de un cuarto de baño completo, con WC químico, ducha, perchero y lavabo. Precisamente es este último elemento uno de los mejor resueltos del escusado, pues se puede plegar y desplegar al gusto siendo muy utilizable sin requerir apenas espacio. Su naturaleza plástica y color blanco (de inicio) no nos parece la mejor decisión para una autocaravana/camper de tan noble abolengo como el Grand California.
Cuenta con un depósito para agua potable de 110 litros y un segundo de 90 para las grises. El plato de la ducha interior (existe una segunda exterior) ofrece dos desagües, y el WC prescinde de la clásica tapa intermedia con acierto. No faltan los estantes para los productos de aseo, y un espejo doble que hace las veces de tapa de un par de estanterías, sobre el lavabo, pero que también se puede fijar en la pared perpendicular cuando “se abre”.
El alumbrado interior se activa por sensor. La ventilación e iluminación natural corre a cargo de una pequeña, pero eficaz trampilla de techo que permite prescindir de ventanas. El depósito de los “sobrantes” del WC se extrae con facilidad desde el exterior, y se puede transportar suspendido (con un cómodo asidero) o rodando, como si de un carrito de la compra se tratara.
La cocina y salón
La cocina, “casi americana”, consta de dos fuegos, fregadero, surtido de cajones, doble encimera (una de ellas exterior, tipo barra) y frigorífico (70 litros) con congelador y puerta deslizante a modo de cajón. Este sistema de apertura limita en parte el óptimo aprovechamiento interior a cambio de una mayor comodidad a la hora de retirar cualquier producto que allí tuviéramos. Su capacidad de enfriamiento no admite crítica.
El salón cuenta con una mesa de quita y pon que admite desplazamiento en un sentido para acercarla más a unos asientos o a otros. Las cuatro plazas se resuelven girando las delanteras frente al banco fijo corrido de las dos traseras. La suerte está repartida: los sillones delanteros admiten varias regulaciones y cuentan con apoyabrazos, pero sus usuarios deberán levantarse "agachados" por la influencia del techo/cama, mientras que los otros dos podrán incorporarse sin dificultad como contraprestación a su respaldo vertical fijo.
No podemos dejar de mencionar que distribuidos por distintos lugares del vehículo encontraremos varios enchufes clásicos de 230 voltios y conexiones USB además de un soporte para carga de móvil por inducción. Y uno de los detalles más importantes: desde un display táctil ubicado en la pared exterior del baño podemos controlar el nivel del agua de ambos tanques, la temperatura del agua (fría, 40 o 60ºC), la calefacción (un termómetro además nos indica la exterior y la interior, además de poder visualizar la programada) o dejar fijo (o no) el peldaño retráctil de entrada, entre otras funciones.
¿Y en ruta qué tal?
En el aspecto dinámico, el Grand California no tiene dificultad en mantener la velocidad máxima legal que le corresponde por su condición de vehículo autocaravana desde el punto de vista de su planta motriz. Se trata del máximo nivel de potencia (177 cv) del conocido dos litros de la marca asociado a la caja automática DSG con ocho desarrollos. El software permite dos variantes de gestión del cambio: el modo Sport (S) y el “deseable” (D), menos nervioso para decidir las permutas de velocidad y mucho más apropiado para la filosofía de este vehículo. También se puede manejar en modo manual, que a veces es recomendable para fijar la 8ª velocidad en aquellos repechos en los que la electrónica no confía en sus 410 Nm de par motor, y que sin embargo permiten mantener cruceros elevados sin necesidad de recurrir a la zona alta del cuentarrevoluciones, mejorando el confort de marcha y ahorrando combustible (en nuestra prueba marcó un consumo medio de 8,6 l/100 km).
Para los menos avezados en la conducción de este tipo de vehículos de cierto peso (su tara ronda las tres toneladas) y altura (roza los tres metros) las mayores limitaciones las encontrarán en las inercias, los descensos pronunciados y los pasos rápidos en curva. El comportamiento del Grand California no admite crítica si nos atenemos al comportamiento que cabe esperar de un vehículo que ofrece las cifras mencionadas con anterioridad, pero ojo, ¡no es una California!
Los mejores detalles y los mejorables no mencionados:
- la calefacción estática puede funcionar con gas, con corriente eléctrica o con ambas a la vez.
- los respaldos de los asientos de la segunda fila son fijos y demasiado verticales
- el puesto de conducción ofrece un elevado grado de ergonomía y visibilidad al conductor
- los asientos de la primera fila son giratorios
- bajo la cama principal se encuentra el maletero y un grupo de armarios para almacenaje.
- el Grand California dispone de un armario específico para colocar dos bombonas grandes de butano o propano.
- una batería asegura el suministro eléctrico durante un tiempo limitado en caso de no disponer ni de gas ni de corriente eléctrica.
- si dejamos la tapa de llenado del depósito de agua abierta, la puerta lateral deslizante se la llevará por delante si la abrimos (mejor hubiera sido una tapa también deslizante).