Transportista, son tus huellas el camino y nada más

El sector del transporte está de tremenda actualidad. Tenemos encima de la mesa una nueva convocatoria de huelga (lo sea o no en términos estrictamente legales) como la que dejó España sin movimiento en el pasado mes de marzo. Entonces, los problemas de abastecimiento supusieron daños muy importantes para empresas, empresarios de todos los sectores y, por supuesto, para los consumidores finales.

Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de hablar sobre las herramientas que ofrece la recién estrenada Ley Concursal con una audiencia de autónomos y empresarios dedicados al mundo del camión y los autobuses. La trascendencia legal y económica de la cada vez más baja rentabilidad de hacer kilómetros es indiscutible. Quizá, por eso logramos que prácticamente nadie desconectase. Antes de seguir, recordar a Machado que, por boca de Serrat, nos hace cantar esa gran verdad que tanto han de interiorizar los empresarios: “caminante, son tus huellas el camino y nada más”.

Es por eso que ya muchos transportistas (conductores, camioneros, autónomos y empresarios) se han puesto manos a la obra para dar los próximos pasos y, así, repensar en la forma de recuperar el margen haciendo kilómetros. Porque no hay huelga que pare a quién confíe en la continuidad y estudie la viabilidad de su negocio.

Entre las conclusiones que causaron mayor impacto:

• Es indispensable examinar la viabilidad de mi negocio con los profesionales adecuados. No importa si mi empresa cuenta con dos trabajadores y un camión en leasing o si hablamos de una flota mayor, trabajadores, grandes clientes y acreedores financieros y proveedores de todo tipo.
• En la mayor parte de los casos, y si se actúa a tiempo, se puede localizar la forma de dar continuidad a un negocio evitando escenarios de liquidación (que también hay que saber manejar). Recordando, llegados a este punto, que una mala situación financiera (crítica, incluso) nada tiene que ver con la continuidad de nuestro negocio si la empresa es viable. Solo hace falta hacer ajustes. La Ley Concursal permite una reestructuración del activo y del pasivo. Se puede modificar la estructura (por pequeña que sea), comunicar a los Juzgados de lo Mercantil que no tenemos capacidad para cumplir regularmente con nuestras obligaciones y, desde ese momento, beneficiarnos de blindajes muy interesantes.
• Aunque pasamos a un nuevo punto, lo que viene es continuación del anterior. ¿Qué es un blindaje interesante? Vamos a poner un ejemplo: Justificando qué bienes son necesarios para una actividad (camiones, naves dónde guardarlos, maquinaria), podemos conseguir que así lo declare el Juez y, de esta forma, lograr que, durante un periodo de tiempo, sean intocables. Así pues, se puede suspender o frenar ejecuciones que se dirijan contra ellos. Recordemos que la estrategia va de lograr que mi negocio siga siendo viable y sin mis bienes esenciales sería misión imposible.
• Sin entrar en tecnicismos debemos contar que ahora se puede vender o, dependiendo del lado en el que estemos, comprar, empresas sin la deuda asociada. Nos referimos a lo que se conoce como venta de unidades productivas. Escenario regulado por la Ley en el que podré vender mi empresa por su valor y sin la deuda que acumule (a excepción del pasivo laboral asociado a los trabajadores que sigan en el negocio).

Los transportistas no pueden más. El Gobierno reconoce su preocupación pero no hace nada. Al menos, nada que funcione. Como decíamos al comienzo, el sector entra en una huelga, del tipo que sea, dolorosa para todos (también, por supuesto, para los transportistas). Con todo, la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera asegura contar con el 86% de los votos a favor. Esperemos que el parón solo sea en el motor de los camiones y que los autónomos y empresarios no desaprovechen la ocasión para analizar la reestructuración de su negocio.

La clave para resistir está en reestructurar los negocios viables. No hay Gobierno que vaya a adoptar mejores medidas que las decididas por los empresarios y autónomos transportistas con sus abogados y economistas especializados en reestructuraciones empresariales.

Es posible, y hablamos desde la experiencia, renegociar –con los blindajes judiciales a los que nos hemos referido– muchos millones de euros. “Empresa de transporte y taller con 32 millones de euros de pasivo supera su concurso de acreedores con una quita del 65%”. El resultado, cuentas saneadas, 12 millones de pasivo (frente a los 32 millones iniciales) y, a pesar de un descenso en su facturación, aumento de los márgenes con el consecuente crecimiento en los beneficios finales.

Transportista, son tus huellas el camino y nada más.