No es hora de ponerse de perfil
Atfrie promueve el envío de camiones con ayuda humanitaria a Ucrania.
Una vez más, la sociedad reclama del transporte y, en particular, del transporte frigorífico, la generosidad y altura de miras que lleva mucho tiempo demostrando y que pone de manifiesto nuestra esencialidad. Ser como somos un sector esencial para la comunidad tiene como contrapartida la imposición de una gran responsabilidad, cuando como hoy las dificultades de las personas reclaman nuestra atención.
Si somos necesarios para proveer lo más básico para la subsistencia de las familias, con mayor razón, lo somos cuando lo que está en juego es la vida misma. Las catástrofes naturales, las pandemias y, también, con más razón, las guerras con toda su injusticia nos han encontrado enfrente, pertrechados con nuestras mejores armas: la convicción de que el mundo es mejor cuando estamos todos unidos y el compromiso de que nuestro trabajo servirá para unir a los pueblos, por muy alejados que estén.
Ucrania, país hermano de la Unión Europea, está sufriendo la peor de las desgracias que los humanos podemos provocar: la guerra. No debemos olvidar que ésta es también consecuencia de su apuesta por nuestros valores como Unión y como sociedad democrática. Buscar la libertad nunca merece los horrores de la guerra. El sufrimiento que por ello se genera, reclama la ayuda del mundo. En este escenario, el transporte tiene un papel fundamental a la hora de trasladar la necesaria ayuda humanitaria, en particular, alimentos y medicinas, donde pueda hacerse llegar a las zonas de conflicto.
Desde Atfrie creemos que no es hora de ponerse de perfil, sino de manifestarnos claramente a favor de ese principio fundamental de la constitución de la Europa moderna: la fraternidad, que para los pueblos no tiene otro significado que paz. Por todo ello, solicitamos la colaboración de todos los asociados y el resto de amigos de Atfrie, para ponernos a disposición de las distintas administraciones públicas españolas, que coordinen el envío de la ayuda humanitaria con destino a Ucrania, facilitándoles un número de vehículos proporcional a la dimensión de cada flota, de forma altruista y desinteresada, como la ocasión lo requiere, para situar los vehículos en aquellos países de Europa fronterizos con Ucrania (Polonia, Rumania, …).
Espero que, haciendo honor a su espíritu de servicio público, haciendo honor a la humanidad que siempre nos ha guiado, el transporte frigorífico, una vez más, nos haga sentirnos orgullosos, transportando paz.