Hasta que llegó su hora

“Hasta que llegó su hora” es el título de una película, una obra maestra del espagueti western que el director italiano Sergio Leone rodó en Almería en 1968. Es la clásica historia de buenos y villanos, donde al final triunfa la justicia.

Me vino a la cabeza el título de esta película cuando pensaba en la situación dramática que está atravesando el sector del transporte de mercancías por carretera y el continuo desprecio que viene sufriendo por la Administración y por los cargadores.

Desprecio por la Administración porque viene ignorando sus justas reivindicaciones año tras año dándole largas y sin resolver los graves problemas planteados.

Desprecio por parte de los cargadores que han convertido el abuso hacia el transportista y hacia los conductores profesionales en algo absolutamente normal, abusando de su posición de dominio.

En los últimos meses la situación se está viendo agravada de tal manera que el sector está a punto de explotar como una olla exprés a la que se le ha estropeado la válvula de seguridad.

El principal detonante es el incontrolado aumento de los precios del carburante que ha hecho que los costes se disparen de un mes para otro sin que el transportista sea capaz de repercutirlo en los precios del transporte. A esto hay que añadir el anuncio, más bien antes que después, del pago por el uso de infraestructuras, una inflación desbocada, un incremento de los precios industriales y una falta de conductores, fundamentalmente por las precarias condiciones que se ven obligados a padecer impuestas por los clientes.

Si a todo esto añadimos cada una de las reivindicaciones planteadas a la Administración y el choteo al que nos viene sometiendo desde hace varios años, tenemos la tormenta perfecta.

Existen, pues, motivos para que el sector esté muy, pero que muy cabreado y, el Ministerio de Transportes haría bien en ponerse las pilas y empezar a poner negro sobre blanco en el BOE las soluciones demandadas por el sector, un sector al que los políticos se les llena la boca calificándolo como esencial pero luego lo ignoran olímpicamente y si no, vean el caso que le ha hecho la nueva Ministra del ramo que, al parecer, tiene tiempo para todos menos para atender a los representantes del Comité Nacional del Transporte por Carretera. De vergüenza.

Y ahora retomo lo que decía al principio, nos estamos acercando al desenlace de la película, el abuso con la paciencia de nuestros representantes en las negociaciones, el toreo y la tomadura de pelo continuados, llegan a un límite, hasta que llegue la hora, y no será muy tarde, en que el sector al completo termine con todo esto, y ya sabemos todos de qué forma.