Desinformación

El autor carga contra la DGT por la gestión de las bajas temporales de los camiones afectados por la DANA.

"La DGT tiene aquí una oportunidad para reflexionar y mejorar".

En plena era del “big bang de la información”, en la que el acceso a un caudal ingente de datos parece no tener límites, hemos presenciado un caso que podría describirse como un verdadero agujero negro informativo. Un episodio que plantea serias dudas sobre la gestión de la información por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT), especialmente en lo que respecta a su relación con los profesionales del transporte.

La decisión de la DGT de dar de baja temporalmente, sin previo aviso, a camiones afectados por la DANA es, cuando menos, inquietante. Aunque se puede valorar la intención de aliviar la carga fiscal a través de la exención del impuesto de circulación, no informar a los propietarios de estos vehículos –más aún cuando son herramientas esenciales para su actividad profesional– es un desliz que podría haber tenido consecuencias catastróficas. ¿Qué habría ocurrido si un transportista, sin saber que su camión estaba dado de baja, hubiera sufrido un accidente? ¿Es este el precio de una gestión que prima la eficacia fiscal sobre la seguridad y la confianza de los usuarios?

Resulta paradójico cómo un organismo que muestra una eficacia y celeridad impresionante al comunicar sanciones al ciudadano común, tarda o, peor aún, omite informar de una decisión que afecta directamente a la operativa diaria de un sector clave para la economía del país

Resulta paradójico cómo un organismo que muestra una eficacia y celeridad impresionante al comunicar sanciones al ciudadano común, tarda o, peor aún, omite informar de una decisión que afecta directamente a la operativa diaria de un sector clave para la economía del país. Mientras que una multa por exceso de velocidad o un aviso por ITV caducada llegan casi a la velocidad de la luz, la notificación de bajas temporales parece haberse diluido en la burocracia.

En un contexto en el que se promueve la seguridad vial y se destaca la importancia del transporte por carretera como pieza esencial de una movilidad sostenible, situaciones como esta socavan la confianza de los profesionales en las instituciones. Los transportistas, esos “colosos del asfalto” que asumen la inmensa responsabilidad de mantener la cadena de suministro, merecen mucho más que desinformación y silencios administrativos.

La DGT tiene aquí una oportunidad para reflexionar y mejorar. Reconocer que la información oportuna no es un lujo, sino una obligación, especialmente cuando se trata de decisiones que pueden afectar la seguridad y la viabilidad de un sector tan vital como el del transporte por carretera. El compromiso no debe ser solo con la sostenibilidad y la seguridad vial, sino también con la transparencia y el respeto hacia quienes, día a día, garantizan que el país siga avanzando.

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