Nuevo Volkswagen Caddy Cargo 2.0 TDI 102 cv: No hay quinto malo

La quinta generación del Caddy tiene mucho que decir. Nos sentamos al volante del comercial más pequeño que comercializa Volkswagen en nuestro país.

La quinta generación del Caddy tiene mucho que decir. / Redacción Ruta del Transporte
SILVIO PINTO

11 de mayo 2021 - 18:45

Nos ponemos al volante de la quinta generación del Caddy, el nuevo comercial ligero de Volkswagen, con el que la marca alemana tratará de dar la batalla durante los próximos años a una competencia muy concentrada en modelos, pero con importantes argumentos. En el plano mecánico el Caddy Cargo 2.0 TDI de 102 cv y 6 velocidades recurre al conocido TDI de dos litros en su rango intermedio de potencia (existen otras dos versiones de 75 y 122 cv).

El motor de 102 cv mejora en consumo sin perder rendimiento.

Las mejoras que incorpora se manifiestan más en el campo de consumo que en las prestaciones, aunque cuando se trata de una nueva generación, el foco hay que ponerlo sin lugar a dudas en el “armazón” del vehículo.

El nuevo Caddy tiene una zancada (distancia entre ejes) más amplia que su antecesor, porque es más alto, más ancho y más largo. Se trata de un crecimiento natural entre generaciones, con el fin de hacerlas más competitivas cada vez (la evolución de las especies también se da en automoción). Redondea su longitud hasta los 4,5 m y forma un cuadrado perfecto con su altura y anchura, repitiendo el 1,85 m en ambas cotas.

El Caddy en su quinta generación crece centímetros en todas sus cotas.

Los centímetros de más que trae el nuevo Caddy (de serie) se notan (al menos algunos de ellos) en un incremento del volumen en la cabina. La sensación de amplitud que transmite el nuevo diseño interior no pasará desapercibida para los conocedores del anterior modelo. Conductor y acompañante quedan separados por una generosa bandeja que integra prácticos huecos, dos conexiones USB-C, otra clásica de “mechero” y sobre todo el mini-mando del freno de estacionamiento (ahora de accionamiento eléctrico). A las ventajas que aporta este sistema por su propia naturaleza hay que añadir la ganancia de espacio (y posibilidades de empleo del mismo) que supone la eliminación de la tradicional palanca por cable.

La bandeja central ofrece huecos amplios y muy aprovechables.

Las oquedades para almacenaje en este área se repiten mayoritariamente en forma de bandejas sobre salpicadero y parabrisas, pero también en volumen más compacto tras los respaldos de conductor y acompañante. Volkswagen ha curvado la mampara de seguridad que separa cabina y compartimento de carga hacia atrás en su tramo superior para agrandar la cabina. El resultado es la aparición de dos nuevos nichos que permiten la guarda de herramientas y objetos de importantes dimensiones, y una mayor amplitud de desplazamiento de los asientos.

Tras los asientos encontramos un importante espacio para almacenamiento.

En la zona de carga “caben” más novedades en la versión Maxi (de la que ya daremos cuenta) que en la que en la nuestra, que además se caracteriza por ofrecer un equipamiento sin demasiados opcionales (aunque sí que trae algunos). Pongamos el foco en la nueva silueta de la mampara, que como ya hemos dicho beneficia al pasaje con su escorzo superior. Volkswagen lo ha hecho coincidir con el tramo ensanchado del marco de la puerta, consiguiendo mantener así “casi” un ancho próximo a los 70 cm, que minimizan la invasión del panel.

La unidad que presentamos cuenta con una ventana fija protegida con una rejilla en la pared separadora, que permite el contacto visual con la carga, aunque todo el revestimiento puede ser completamente opaco. El cierre del compartimento de carga es independiente del de las puertas delanteras.

En el interior caben dos europalets.

Hasta aquí hemos tratado de dar un repaso a lo que podríamos denominar la morfología o esencia de la nueva Caddy, porque casi cualquier juicio de valor del resto del equipamiento va a estar condicionado por el número de extras de los que disponga la unidad de turno. Y es que la nueva Caddy ofrece un mundo de posibilidades que no existían en el catálogo de su predecesora (algunos sí) que permiten una mayor "customización" del modelo, y que respecto a la opción más básica pueden cambiar cambiar por completo la opinión que se tenga del pequeño comercial alemán. Dicho de otro modo; la nueva Caddy ofrece tantas posibilidades de personalización que resulta difícil encontrar un punto de crítica que no esté solucionado en el folleto de opcionales.

Detalle de la bandeja sobre el salpicadero.

Volviendo al puesto de conducción, el “chofer” no va a encontrar grandes modificaciones entre los nuevos formatos del cuadro de instrumentos y volante (la nuestra sí que contaba con el extra de multifunción en este elemento) respecto al Caddy más tradicional. Donde sí que verá cambios es el nuevo mando que acciona las luces (ver foto) y en la consola central.

El nuevo modelo alemán “sube” el display a la altura del cuadro de instrumentos a cambio de recolocar las rejillas de salida de la climatización justo debajo. Se trata sin lugar a dudas de un acertado movimiento, puesto que contribuye a la mejora de ergonomía del conductor.

Volante y cuadro evolucionan pero con discreción.

Volkswagen dispone de tres variantes de pantalla (táctiles y de color todas ellas), que se corresponden con diferentes niveles de conectividad. Como equipamiento de serie encontraremos una de 6,5 pulgadas de aspecto demasiado clásico para un vehículo de última generación que contrasta con el aspecto y prestaciones del sistema de navegación “Discover Media” con navegación en 2D/3D y actualizaciones gratuitas de mapas on-line visualizable a través de su “monitor” de 10 pulgadas. Entre medias nuestro protagonista marca un equilibrio contenido con sus 8,25 pulgadas, dos conexiones USB-C y una interfaz Bluetooth.

Hemos dejado para el final el aspecto dinámico porque ofrece menos número de novedades que la nueva arquitectura del vehículo, pero no por ello son menos importantes. El nuevo Caddy mejora el feeling de conducción de la cuarta generación, como cabía esperar, especialmente en la suavidad de manejo que transmite. Parece una furgoneta más liviana y más obediente, percibiendo el conductor un nivel de seguridad y control inusual en esta familia hasta la fecha.

Visto lateralmente el nuevo Caddy parece más compacto de lo que es.

Si bien en la tara no encontraremos datos concluyentes que justifiquen el nuevo tacto de la Caddy, sí que los encontraremos en la casi interminable lista de asistentes y tecnología al servicio de la seguridad que puede llegar a incorporar: dirección asistida electromecánica, sistema de observación del entorno (“Front Assist”) con protección para peatones/ciclistas, asistente para evitar colisiones y función de frenada de emergencia en ciudad, asistente de cambio de carril (“Side Assist”), asistente de aviso de salida de carril (“Lane Assist”), ParkPilot, cámara trasera (“Rear View”), asistente de marcha atrás, asistente de aparcamiento y des-aparcamiento, conmutación de faros automática con luz de marcha diurna, conmutación de faros automática con luz de marcha diurna, faros antiniebla con luz de giro integrada, sistema de detección de cansancio, freno de estacionamiento eléctrico con función Auto-Hold, sistema de llamadas de emergencia eCall, freno multicolisión, programa de estabilización electrónico, ABS y ASR, bloqueo electrónico del diferencial (EDS), airbags frontales, laterales y de cabeza para conductor y acompañante.

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