¿Cuánto contamina realmente cada tecnología durante su ciclo de vida?
Un estudio del ICCT (Consejo Internacional del Transporte Limpio) responde a las preguntas más recurrentes en referencia al impacto real de cada tecnología durante su ciclo completo de vida.
El nuevo estudio del ICCT (Consejo Internacional del Transporte Limpio) pretende mostrar a los responsables políticos y fabricantes el impacto real de los distintos tipos de vehículos y combustibles en la atmósfera con el objetivo de reducir las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero).
Para ello han computado tanto las emisiones atribuibles a la producción del vehículo y del combustible, como las producidas por el consumo de éste durante el ciclo completo de vida del vehículo. La investigación analiza los mejores modelos diésel actuales frente a sus alternativas de gas natural y cero emisiones en el mercado europeo. Algunos de sus resultados sorprenderán a más de uno.
Conclusiones principales:
- Los camiones y autobuses eléctricos de batería serían los vehículos menos contaminantes en la producción de GEI, superando a sus homólogos de gasóleo, hidrógeno y gas natural en la reducción de las emisiones de estos gases a lo largo de su vida útil.
- Los vehículos que emplean esta tecnología (eléctricos de batería) producen un 63% menos de emisiones durante su vida útil en comparación con los diésel actuales, a pesar de que la red eléctrica de la UE no es aún 100% renovable. En la medida en que lo vaya siendo (descarbonización de la red eléctrica), esta fuente será aún más limpia. Las simulaciones indican que con electricidad 100% renovable la reducción de emisiones alcanzaría el 92%.
- Los camiones y autobuses con pilas de combustible que funcionan con hidrógeno producido a partir de combustibles fósiles (hidrógeno gris) reducen las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 15% y un 33% en comparación con sus equivalentes diésel. Cuando el hidrógeno empleado es producido con electricidad 100% renovable (hidrógeno verde), las emisiones se reducen hasta un 89% (casi un "empate técnico" casi con la tecnología eléctrica de batería).
Nota: Resulta llamativo que cuando el hidrógeno es de origen fósil (hidrógeno gris), las diferencias en emisiones GEI respecto a los vehículos diésel se acortan significativamente, si bien siguen siendo favorables a los vehículos con pila de combustible.
- Los camiones y autobuses de gas natural pueden reducir las emisiones de GEI entre un 4% a un 18% en comparación con sus homólogos diésel. El metano (principal componente del gas natural) es un un potente GEI que puede escaparse del vehículo, durante la producción y el suministro de gas natural, siendo un factor importante de las emisiones de este sistema de propulsión.El estudio apunta que los beneficios de los vehículos a gas natural desaparecen cuando se calcula un potencial de calentamiento global a corto plazo del metano. En este caso, el impacto de las emisiones de GEI de por vida estarían entre un 0 % y un 21 % mayor que los vehículos diésel.
- Más del 90% de las emisiones de GEI que producen los camiones y autobuses de gasóleo y gas natural son computables al consumo de combustible y a la producción de éste a lo largo de la vida útil del vehículo. Como se puede ver, el impacto que tiene la fabricación del vehículo en el cómputo total de las emisiones finales no es muy significativo.
- Como última conclusión, el estudio indica que: "Las mayores emisiones del vehículo y de la producción de la batería de los camiones eléctricos se ven compensadas por su alta eficiencia y las bajas emisiones del ciclo de combustible durante su vida útil".
Echamos en falta en las conclusiones de este estudio el impacto real que tiene la fabricación de un camión eléctrico (con sus baterías) en el cómputo global de las emisiones de GEI de estos vehículos, así como alguna referencia a las soluciones de reciclaje de cada tecnología tras completar su vida útil (su impacto medioambiental puede no concluir, en algunos casos, necesariamente con el fin de su vida útil).
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