Prueba del Nissan e-NV200 Evalia: sentido común sin complejos
La e-NV200 Evalia es en la actualidad líder indiscutible en el segmento de la electromovilidad polivalente y sensata.
Si hubiera que definir con una sola palabra a la e-NV200 Evalia, ésta sería electro-versatilidad (bueno, son dos). Y es que casi casi podríamos hablar de un nuevo nicho de mercado, el de los vehículos eléctricos que ofrecen la máxima empleabilidad en cualquier circunstancia y prescindiendo de las apariencias.
La NV200, desde su nacimiento, y con independencia de la solución motora ofrecida, nunca ha sido admirada por sus líneas exteriores. Las miradas que pudiera atraer su carrocería siempre han estado justificadas más por su singular proporción entre altura y anchura (inversa a los estándares del mercado) que por su belleza natural.
Y es que la NV200 pertenece a un segmento en el que la moda dicta que los vehículos con mayor anchura que altura son más atractivos porque transmiten más estabilidad y robustez. Esta tendencia, como podemos ver en los modelos presentados en los últimos años, continúa al alza. La NV200 invierte esta proporción, y no es fácil ser popular nadando a contracorriente.
Es cierto que la estabilidad estará más del lado del vehículo más ancho y bajo que del alto y estrecho, pero en el haber de las e-NV200 (tanto de viajeros como de carga) está la mejora que ha supuesto en este sentido la inclusión de las baterías entre ambos ejes, rebajando el centro de gravedad y asegurando una mejora de las inercias. Si añadimos que en el caso de la versión furgón, su velocidad legal está limitada a 90 km/h, poner en dificultades a la eNV200 desde el punto de vista dinámico (y cumpliendo la normativa) no es tan sencillo.
Una vez bloqueados estos prejuicios iniciales, toca hablar de sus méritos, que no son pocos. Por un lado su anchura de tan solo 1,75 m (siete centímetros inferior a la de un Nissan Juke, por poner un ejemplo) permite ocupar esas estrechas plazas de garaje “antiguas” sin incomodar ni al vecino, ni condicionar nuestro propio paso. Por otro, ese 1,85 m de altura exterior asegura que todos los ocupantes dispongan siempre de más de un metro sobre la vertical de sus asientos (ver cuadro de configuraciones interiores).
Centrándonos ya en la conducción, y sin entrar a profundizar en las ya conocidas ventajas de confort acústico que proporciona el mutismo de los motores eléctricos, los 254 Nm de par motor (desde cero) que proporciona su máquina eléctrica no son necesarios para obtener salidas briosas en la conducción urbana. El modo eco (dispone de dos modos, eco y estándar) será suficiente (y recomendable) para conseguir una circulación ágil pero ahorradora a la vez.
También cuenta con dos modos para decidir la regulación de la regeneración de energía. Se seleccionan en la palanca de cambio, y se corresponden con las letras D y B. El primero de ellos permite que el vehículo aproveche mejor las inercias cuando levantamos el pie del acelerador. En el segundo prima la regeneración eléctrica, proporcionando una mayor retención, aunque no excesiva, pero sí suficiente para controlar la deceleración de este e-NV200 en descensos suaves.
El cambio de batería en el e-NV200 hace ahora tres años dotó a este modelo de una plus de autonomía en torno a los 100 km en números redondos. Pasó de tener una capacidad de 24 a 40 kWh, es decir 16 kWh, una cifra que está muy próxima al consumo medio a los 100 km que nos ha ofrecido durante nuestro contacto cuando hemos optado por una conducción "eco", y que permitirá a su usuario alcanzar en sus desplazamientos por la ciudad esos 301 km que tiene homologados la marca en ciclo urbano WLTP.
El puesto de conducción presenta algunas particularidades. Una de ella es la ubicación de la palanca del "freno de mano", que mantiene la misma ubicación que las versiones con volante a la derecha, es decir, en este caso, pegada al asiento del acompañante. Por otro lado, el plástico empleado no ofrece un aspecto especialmente atractivo, especialmente por su tacto duro sin concesiones al acolchado, sin embargo la disposición de los mandos y botonería que gobiernan las principales funciones están bien resueltas.
Los automatismos del volante multifunción difieren ligeramente de los más estandarizados, pero resulta fácil familiarizarse con ellos, y la información del cuadro de instrumentos y del pequeño display del ordenador de abordo se leen sin dificultad. Sencillez y practicidad definen la presentación de la información que ofrece la e-NV200.
En 4,56 m de largo la NV200 ofrece:
- Dos amplias plazas delanteras claramente separadas.
- Tres plazas en segunda fila que se reparten 140 cm de sillón, pero con unos centímetros extras entre éste y el guarnecido de la puerta, que dicho sea de paso está bastante aligerado (para lo bueno y para lo malo).
- Dos plazas traseras independientes, de acceso más comprometido, pero que cuentan con los asientos más amplios de todo el vehículo (¡54 cm de ancho!), y sin renunciar al metro de altura interior que permite el buen acomodo de un adulto.
- Con siete plazas: un maletero de 870 litros hasta el techo (443 hasta la bandeja cubre-equipajes)
- Con seis plazas: 1.550 litros de volumen para equipaje.
- Con cinco plazas: 2.000 litros.
- Con cuatro plazas: 2,8 metros de longitud de carga.
- Con tres plazas: 1,3 m de longitud de carga y más de 2,5 m3 de volumen disponible.
- Con dos plazas: ¡2.940 litros de capacidad de maletero!
Para finalizar, no podemos olvidar que el eNV200 dispone de la funcionalidad NissanConnect con navegación VE. Cuando pulsamos el botón de Zero Emission, se nos mostrará en la pantalla de la consola central:
- Autonomía estimada.
- Las estaciones de carga más cercanas.
- La planificación de eco-rutas.
- El uso energético.
- Los hábitos de conducción e historial.
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