Nuevo Ford Raptor: primeras sensaciones al volante
El nuevo pick-up más off-road del fabricante alemán tiene argumentos para seducir a más colectivos que nunca.
Sólo vamos a hablar de las sensaciones que nos ha dejado este contacto por dos motivos: porque próximamente dispondremos de una unidad para someterlo a una prueba más en profundidad, y porque pocas veces se topa uno con un vehículo que teniendo unas características tan específicas, pueda seducir a tan dispar grupo de clientes.
Los amantes de la gasolina encontrarán en este tres litros música celestial para sus oídos. La melodía corre a cargo de la orquesta EcoBoost, integrada por seis cilindros en V y con un amplio repertorio musical. Podemos iniciar el concierto con el modo Silencioso, en el que el “susodicho” (el silencioso del escape) se hará notar con discreción.
A continuación podemos pasar al modo “Normal”, que actuará como telonero del más “pistonudo” modo Sport y del más "rockero" de todos, el modo Baja (en conducción off road) que hará girar los cuellos de aquellos que aún no se hubieran percatado de la presencia del nuevo boss de la tierra y el asfalto.
Los que buscan potencia, encontrarán más de la que puedan emplear en este vehículo, porque no se nos ocurren demasiados escenarios donde sean necesarios los 292 cv que rinde este propulsor.
Quizá los 491 Nm de par motor sí que puedan lucir en más de una ocasión, y estarán más presentes en nuestra conducción habitual, pero lo cierto es que además el cambio automático de diez velocidades se encargará de que la sensación de poderío esté siempre presente.
Y hablando de poderío, los que demandan una imagen potente y robusta, quedarán satisfechos por la pose musculada del Raptor. El tamaño XXL elegido para las letras de la marca en la parrilla frontal, y para los neumáticos no defrauda. Además el interminable recorrido de la suspensión que les acompaña (más capaz que la del Ranger) proporciona un confort en ruta, en cualquier terreno, impropio de su especie.
Si la prioridad es la visibilidad, tanto al frente como por la retaguardia, el Raptor muestra con rigor lo que acontece en derredor. Dos enormes retrovisores exteriores y un juego de cámaras (delantera y trasera) se encargan de proyectar sus respectivas imágenes (especialmente eficaces cuando no llueve) en la pantalla táctil central.
Y son precisamente la docena de pulgadas de la “mencionada”, y las 12,4” de la que hace las veces de cuadro de instrumentos, las que más cambian el interior del nuevo Raptor a la vista de sus usuarios. Si profundizamos aún más en su “mundo interior”, descubriremos que Sync 4 está detrás de la nueva conectividad de Ford, para seguir liderando su segmento en esta materia.
El Raptor gustará a los que no les gusta complicarse la vida a la hora de conducir, defensores de los automatismos, e incluso de la conducción autónoma (aunque nuestro protagonista aún no llega a tanto). Pero también satisfará las necesidades de los más inquietos, aquellos que buscan los límites de la física en los terrenos rotos y disfrutan cuando disponen de variedad de opciones en el manejo del vehículo.
El que busque buena accesibilidad en un 4x4 extremo la encontrará en el Raptor. Su gran altura libre al suelo no le impide ofrecer un acceso al puesto de conducción cómodo y seguro, gracias a sus estribos laterales y a los asideros del interior. Eso sí, que nadie pretenda subirse, y menos bajarse, como si de un turismo se tratara, porque estos vehículos cuentan con su particular protocolo de entrada y salida.
Y podríamos continuar con los distintos perfiles de conductores a los que el Raptor podría encandilar con sus diferentes grados de asistencia en la dirección (y en la conducción) disponibles. También el conductor que guste de manejar el cambio de manera manual puede hacerlo con las levas que incorpora el volante, y el despistado agradecerá el freno de estacionamiento electrónico, que se desconecta sin necesidad de actuar sobre él.
Y para terminar, aviso para los más frioleros, ahora que nos encontramos a las puertas del invierno: que no se suban a nuestro protagonista, porque no querrán soltar el volante ni despegar sus posaderas del asiento cuando perciban que ambos elementos están calefactados, y en su casa no (salvo que tengan un Raptor en el salón).
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