Prueba del Opel Vivaro Cargo 2.0 122 cv: las cosas bien hechas
El Vivaro es uno de los principales premios que recibió Opel tras su integración en el grupo PSA.
Con la entrada de Opel en el conglomerado PSA (casi hace cuatro años), el Vivaro, sin dejar de hablar francés (antes lo fabricaba Renault), pasó a ser un vehículo completamente diferente, y su enfoque, en cierta medida, también, principalmente por su mayor versatilidad. Además, este “nuevo” Vivaro admitió de mejor grado la personalización de Opel, acercándose más a la imagen de familia de la marca.
A pesar de rondar el 1,94 m, la posición del conductor es especialmente elevada respecto a la altura del vehículo, detalle que le otorga un plus de visibilidad sin renunciar a entrar en aparcamientos vetados para los competidores que rondan los dos metros. Su cintura alta aumenta la sensación de protección de sus ocupantes y reduce la exposición de los grupos ópticos delanteros que han podido ser ubicados a mayor distancia del asfalto.
La habitabilidad en cabina es buena en términos generales, quedando ligeramente afectada la plaza del tripulante central por el cajetín de la palanca de cambios, pero sin dejar de ser perfectamente utilizable, mejorando en este aspecto otras interpretaciones de la competencia. Los usuarios siempre disponen de más de 95 cm para el acomodo de su columna (distancia desde los asientos al techo), y un importante hueco para almacenaje justo debajo del banco corrido de los acompañantes.
El confort de marcha es bueno, y la gran distancia a la que se encuentra el motor contribuye favorablemente en el aspecto sonoro. El puesto de conducción admite pocos peros, y familiarizarse con los automatismos del volante multifunción no lleva mucho tiempo. La dotación de seguridad de nuestra unidad es importante, en especial el trabajo del detector de ángulo muerto que deja sin valor la crítica que hubieran recibido los retrovisores de no contar con esta tecnología.
A destacar en el apartado de seguridad:
- Control de estabilidad (ESP) y asistente salida en cuesta
- Control de crucero y limitador de velocidad
- Control de radio en el volante
- Limpiaparabrisas automático
- Encendido y apagado automático de los faros
- Espejos retrovisores eléctricos y calefactados, plegables eléctricamente
- Airbag delantero conductor y pasajero
- Asistente aparcamiento delantero y trasero
- Detección de ángulo muerto
- Alerta cambio involuntario de carril
- Control de velocidad de crucero adaptativo
- Alerta de somnolencia
En cuanto al motor de la unidad probada, un 2.0 litros con 122 cv, en su última revisión Opel dejó ya esta franja de potencia en manos de su 1.5 de 120 cv, un propulsor con un buen rendimiento (y consumo), que soporta con acierto el paso hasta la variante de 150 cv. La marca ha prescindido por lo tanto de este 2.0 de 122 cv y de sus 340 Nm de par motor, que ciertamente se encuentra más cerca de la versión de 150 cv con la misma cilindrada (y del que pronto daremos cuenta) de lo que pudiera parecer.
Nosotros que tuvimos la ocasión de rodar con este vehículo en su “estreno” hemos podido comprobar cómo 12.000 km después su rendimiento ha mejorado de manera exponencial, acercándose a la versión de 150 cv y dos litros en la misma medida en la que se separaba del 1.5 de 120 cv. Todas las versiones comercializadas por Opel disponen de cambio manual de seis desarrollos, a excepción de la mayor, que encomienda sus 180 cv a una caja automática de ocho velocidades.
En el apartado de carga, nuestro protagonista cubica 5,3 m3, dato que se corresponde con la carrocería media y sin la opción FlexCargo. Esta opción incrementa la longitud de carga hasta casi los 3,70 metros, y el volumen en 500 litros.
Para finalizar, el Vivaro puede estar equipado con el Navi1, con pantala táctil de 7 pulgadas, que le dota de la conectividad con smartphone Android Auto™2 o Apple CarPlay™2, cubriendo el apartado multimedia con nota, y con un buen puñado de opcionales que permitirán un importante grado de personalización de esta polivalente furgoneta.
OPEL VIVARO:
Motores diésel de 1.5 (100 y 120 cv) y 2.0 litros (150 y 180 cv) y eléctrico de 136 cv.
Tres longitudes de carrocería (4,60, 4,95 y 5,3 m).
Hasta 1.400 kg de carga útil.
Volumen de carga desde 4,6 hasta 6,6 m3.
Cuatro versiones: furgón, doble cabina, combi y plataforma cabina.
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