La electromovilidad comercial de Volkswagen: eCrafter
El eCrafter se mantiene actualmente en el catálogo del fabricante alemán como su vehículo comercial eléctrico de mayor capacidad.
Hasta 10,7 m3 de carga admite el Crafter eléctrico de Volkswagen. Se consigue este volumen con la versión más corta de las tres existentes (aunque la marca la denomina media) y el techo intermedio de los tres disponibles (Volkswagen lo llama alto). En otras palabras, o mejor dicho números, la e-Crafter mide 5,99 m de largo por 2,56 m de altura.
Los más avezados habrán reparado que cede 600 litros de capacidad respecto a la Crafter diésel con tracción delantera. La variante con propulsión también lo hace, condicionada por el árbol de la transmisión y el grupo diferencial; nuestro protagonista, lógicamente, por las baterías de tracción.
De esta manera, el Crafter eléctrico mantiene en su compartimento de carga las cotas de longitud (3,20 m) y anchura (1,83 m) de sus equivalentes de tracción trasera, y cede 10 cm (1,86 m en vez de 1,96 m) en altura. Nuestra unidad, con un MMA de 3,5 toneladas, queda muy cerca de los 983 kg de carga útil máxima anunciados por el fabricante, pues parte de una MOM (masa en orden de marcha) de 2.502 kg.
Las puertas traseras permiten una apertura de casi 270º, mientras que la abertura que ofrece en su flanco derecho nunca baja de 1,34 m de ancho y casi 1,60 m en su cota más favorable. La eCrafter, como sus hermanas, ofrece en opción raíles en el suelo para un mejor amarre o también piso protegido por una gruesa tabla de madera que se puede combinar con contrachapados de 5 mm en las paredes laterales, como en nuestro caso.
Seguimos hablando de carga, pero en este caso eléctrica. La batería de tracción ofrece una capacidad de 35,8 kWh, cifra que a Volkswagen le ha permitido homologar 115 km de autonomía según el ciclo WLTP (en dinamómetro de rodillos de un solo eje). En nuestro contacto, y sin lastre, esa cifra se ha estirado bastante.
Con un consumo medio de 19 kW/100 km, la eCrafter ha recorrido casi un 50% más de kilómetros de los previstos, aunque hay que decir que el tiempo y el tráfico han jugado a su favor. Para reponer el 80% con una carga rápida CCS (corriente contínua y un rendimiento de carga de 40 kW) necesitaremos 45 minutos, mientras que con alterna y a ritmo de 7,2 kW La batería de la eCrafter se llenará (oficialmente) tras 5 horas y 20 minutos.
Cadena cinemática y seguridad
Con una sola velocidad y 290 Nm de par disponibles desde el mismo momento en el que se pisa el acelerador, el eCrafter es el rey de los semáforos frente a sus hermanos propulsados por gasóleo. La máquina eléctrica es capaz de desarrollar 136 cv (100 kw), suficientes para alcanzar la velocidad máxima permitida en cualquier vía, aunque obviamente, su terreno es la ciudad.
Su arrancada es explosiva, pero no está demás recordar que abusar de ella va en detrimento de la autonomía. La diferencia de consumo entre una conducción dinámica y una económica es mucho mayor en los vehículos eléctricos que en los térmicos. Son muchos los factores que intervienen para optimizar el gasto energético, pero uno de los más distintivos es la frenada regenerativa.
Las aceleraciones bruscas suponen un exceso de consumo, como ya sabemos, cualquiera que sea la energía empleada (algunos vehículos limitan la entrega de par en ese momento), pero en un eléctrico, cada vez que pisemos el pedal del freno estaremos “derrochando” electricidad (¡ojo!, la seguridad es lo primero).
Para finalizar, hay que resaltar que el eCrafter no renuncia a un equipamiento de seguridad de primer nivel, como el “Front Assist” (sistema de observación del entorno) con sistema de frenado de emergencia en ciudad,“Lane Assist” (sistema de advertencia de abandono de carril), asistente para viento lateral, “Light Assist” (asistente para luces de carretera), faros antiniebla con luz de giro, protección perimetral mediante sensores o el asistente de arranque en pendiente, entre otros.
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