Europa pierde más de 166.000 camioneros adicionales por la guerra en Ucrania
Son los cálculos de Astic sobre el número de conductores profesionales de Ucrania, Bielorrusia y Rusia que trabajaban en Europa y que podrían haber dejado sus puestos de trabajo debido al conflicto.
La invasión rusa de Ucrania ha agravado el problema de la falta de conductores profesionales en el mercado europeo del transporte de mercancías por carretera, añadiendo más de 166.000 puestos vacantes a los entre 380.000 y 425.000 que se estimaba que había a finales de 2021.
Se trata del número de camioneros de Ucrania, Bielorrusia y Rusia que trabajaban en Europa y que podrían haber dejado sus puestos de trabajo debido al conflicto, según datos facilitados a Efe por la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) basados en el estudio The European Road Freight Rate Development Benchmark.
Del total de puestos de transportistas que estaban vacantes en Europa al cierre del año pasado, entre 80.000 y 100.000, correspondían al Reino Unido; 80.000, a Polonia; entre 57.00 y 80.000, a Alemania; 71.000, a Rumanía, y 34.000, a Francia. El siguiente país con más vacantes es España, donde los puestos sin cubrir han aumentado de 15.000 a una cifra de entre 18.000 y 20.000, a lo que pudo contribuir la pandemia, que ha ralentizado en 2020 las nuevas altas, al realizarse menos exámenes de conducir, al tiempo que ha disparado el comercio electrónico, lo que, a su vez, ha incrementado la demanda de movilidad de mercancías por carretera.
Pérdida en la logística
Entre los impactos que se han sentido y se sentirán tras la invasión de Ucrania se encuentra una pérdida adicional de mano de obra en el sector logístico de Europa, donde, durante mucho tiempo, su disponibilidad ha sido un problema, sobre todo de conductores profesionales de vehículos pesados, motivado por varios factores que hacen que esta profesión no resulte atractiva.
Y no solo en Europa, sino también en otras partes del mundo como Japón o incluso Estados Unidos.
Entres esos factores, destacan el elevado coste económico que supone acceder a dicha profesión, la dureza del ejercicio físico que exige, las condiciones laborales ofrecidas, el estancamiento salarial o el escaso reconocimiento social de la profesión.
Según explica Astic a Efe, en España, el tercer país de la UE más dependiente de la carretera, por detrás de Irlanda y Chipre, es clave atraer a los jóvenes para paliar la falta de relevo generacional, teniendo en cuenta que el 72 % de los transportistas de mercancías y el 52 % de los conductores de autobús tienen más de 50 años.
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