Izaskun Bilbao reclama medidas contra la explotación de conductores en Lituania
La eurodiputada vasca presenta una iniciativa parlamentaria instando a la Comisión Europea a que adopte medidas contra el dumping social y la explotación laboral “vergonzante” que llevan a cabo grandes empresas de transporte lituanas.
La eurodiputada Izaskun Bilbao ha pedido a la Comisión Europea que se adopten medidas contra los abusos de empresas de transporte lituanas a sus conductores. Lo ha hecho a través de una iniciativa parlamentaria derivada de la emisión de un reportaje televisivo en el que, recuerdan desde Fenadismer, se revelan "prácticas abusivas a que se ven sometidos miles de conductores profesionales que trabajan para grandes empresas de transporte internacional de dicho país".
La Eurodiputada basa su iniciativa en el Paquete de Movilidad aprobado por el Parlamento Europeo, e insta a que se expulse del mercado a quienes se obstinan en seguir compitiendo a base de precarizar el mercado, degradar sus condiciones de empleo y esclavizar a los profesionales. Según recoge en su iniciativa parlamentaria, el reportaje televisivo revela que compañías, que copan ya el 6% del mercado europeo, “practican un dumping social que debería avergonzar a las empresas que lo propician y las autoridades que lo consienten. Es, además, una vergüenza para el modelo social de la UE y un riesgo para la seguridad vial porque se obliga a los conductores a incumplir hasta los tiempos de descanso. En febrero entra en vigor el paquete de movilidad, pero hay prácticas y tipos de relación laboral que hay que cortar de inmediato”.
En su iniciativa parlamentaria, Izaskun Bilbao se hace eco del dramático relato que hacen un grupo de ocho conductores en el referido reportaje sobre sus condiciones de vida, hacinados en una pequeña habitación de apenas 15 metros cuadrados en la que duermen en literas.
Así explican como las empresas les sancionan con nuevos descuentos del salario por no respetar las rutas que les asignan las empresas que sistemáticamente evitan las autopistas de peaje, discurren a veces por carreteras que no admiten vehículos de gran tonelaje o por cascos urbanos de pequeños pueblos y ciudades, derivando las sanciones por las infracciones cometidas en estos recorridos a los propios conductores, los cuales se arriesgan además a perder su carnet y la posibilidad de seguir conduciendo.
Igualmente, otros conductores describen los recorridos que se ven obligados a realizar en furgonetas en las que pasan en ocasiones hasta cinco días, cuando son sustituidos por otros compañeros en diversos puntos de Europa.
Las compañías les obligan a pagar por esos desplazamientos, deben pagarse las comidas durante esos viajes, que tienen que ver con su actividad laboral, y son obligados a volver a conducir sin respetar los tiempos de descanso fijados por las normas europeas, lo que supone un riesgo para los propios conductores perjudicando gravemente la seguridad vial.
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