Grandes operadores, cargadores y transportistas respaldan la dura norma europea de emisiones de CO2 para camiones
Empresas como DHL, Maersk, Girteka, FM Logistic o Geopost piden a los eurodiputados que voten a favor de este Reglamento que pretende recortar el 90% de emisiones de los vehículos pesados para 2040.
El Reglamento de emisiones de CO2 para vehículos pesados que ultima la Unión Europea genera mucho rechazo en el sector, pero también apoyos. Grandes operadores logísticos como DHL, FM Logistic, Geopost o Maersk, transportistas como Girteka y empresas cargadoras de todos los ámbitos han firmado una carta conjunta en la que desgranan los motivos por los que respaldan la norma y piden a los eurodiputados que voten a favor. Se trata de 36 empresas y asociaciones que están integradas en la Alianza Europea del Transporte Limpio por Carretera (ECTA, por sus siglas en inglés).
El objetivo final del Reglamento es recortar un 90% las emisiones -respecto a las registradas en 2019- de los nuevos camiones para 2040. El texto legislativo está en su parte final de tramitación. Parlamento y Consejo de la UE ya han llegado a un acuerdo provisional y falta que ambos órganos lo aprueben. El pleno del Parlamento Europeo votará ese acuerdo la próxima semana.
Para los operadores, cargadores y transportistas de ECTA "se trata de un acuerdo histórico que reducirá las emisiones de CO2 en el sector del transporte por carretera y contribuirá a la competitividad industrial, la prosperidad económica y el futuro neutro para el clima de Europa". Una visión que contrasta con la que ha expresado la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) y la Asociación Europea de Fabricantes de Vehículos (ACEA). Para los transportistas de IRU es una norma "poco realista" y ACEA argumenta que propone un calendario muy difícil de cumplir.
Sin embargo, para ECTA, las nuevas normas de emisiones de CO2 para vehículos pesados aumentarán rápidamente el número de camiones de emisiones cero a la venta en los próximos años y, por tanto, reducirán los costes tecnológicos y los precios de los vehículos. "Esto es crucial para que podamos cumplir nuestros propios compromisos, descarbonizar nuestras flotas de vehículos y aprovechar las oportunidades de liderazgo mundial de la transición a camiones de emisiones cero, como los beneficios sociales, de empleo y de calidad del aire", argumentan.
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