Empresas transportistas españolas cifran pérdidas de 120.000 euros por las protestas en Francia
Los agricultores galos han ido escalando sus protestas durante la semana hasta llegar al denominado viernes negro. CETM recomienda evitar los viajes al país.
Los agricultores franceses han ido escalando sus protestas y sus ataques a camiones extranjeros hasta llegar a este "viernes negro", como lo han denominado los convocantes de las movilizaciones. Las primeras empresas que han estimado el coste de sus pérdidas hablan en algunos casos de más de 120.000 euros, según denuncia la asociación valenciana FVET.
Los agricultores franceses han logrado cortar en la mañana del viernes negro la AP-7 en La Junquera (Gerona) en ambos sentidos de circulación y para todo tipo de vehículos. Sin embargo, los cortes con piquetes y tractores han obligado al Gobierno francés a realizar cortes por todas las carreteras francesas, por lo que conviene ver la página web del Ejecutivo galo con las incidencias en sus carreteras. Durante el fin de semana y hasta el lunes 29, estos cortes se han levantado para permitir el regreso a casa de los conductores afectados.
En cualquier caso, la principal patronal española del transporte, CETM, ya recomendó este jueves no viajar durante la jornada del viernes. A esta petición de prudencia se han unido muchas asociaciones provinciales.
La federación murciana Froet calcula que el 60% de la flota frigorífica de esta comunidad podría estar afectada en distinto grado por el bloqueo de carreteras. Esto incluye tanto a los que están en ruta y todavía no han podido llegar ni a su destino ni retornar, como a los que están paralizados sin poder transitar, y los que han decidido no salir: "No sería lógico salir sabiendo cómo están las condiciones en Francia", ha señalado el secretario general de Froet, Manuel Pérezcarro Pérezcarro.
Pasividad de las autoridades
Guitrans, asociación guipuzcoana, asegura que hay flotas que hacen internacional que están totalmente paradas y otras funcionando a un 70%. Al tratarse de una provincia limítrofe con Francia, Guipúzcoa es una zona muy afectada y sus transportistas denuncian la pasividad de las autoridades francesas: “Las empresas afectadas nos transmiten que los gendarmes adoptan una actitud pasiva obviando los problemas que sufren los conductores atrapados en las carreteras, actitud muy distinta a la que suelen adoptar cuando el conflicto es a este lado de la frontera. Los conductores denuncian que ni siquiera firman los certificados que acreditan que rompen la pausa del tacógrafo forzados por las autoridades. La colaboración es nula”.
Ante está situación de conflictividad, IRU (Organización internacional del transporte por carretera) ha exigido a los países miembros y a la Unión Europea quegaranticen la libre circulación de mercancías. La misma petición que han expresado las asociaciones de transportistas españoles más importantes -CETM, Fenadismer y Astic- y de cargadores -ACE y Aecoc-.
La agencia Efe está dando cuenta de varios de los ataques que se recogen en medios franceses. En la ciudad de Montélimar cientos de vehículos -incluidos más de un centenar de camiones- han quedado bloqueados en la autopista A7 y la carretera N7, que discurre en paralelo, desparramando cargas de estiércol, paja, escombros y neumáticos.
El canal de televisión BFMTV ha mostrado cómo toneladas de frutas y hortalizas españolas han terminado en el asfalto. Syklvie Meynier, viticultora y responsable del sindicato Fnsea en el departamento de Drôme, ha explicado que con su grupo habían "detenido los camiones extranjeros con la mayor cortesía": "Hemos abierto los camiones y vaciado todo lo que era extranjero. Lo que nos cabrea es que tengamos que importar los alimentos que tenemos aquí. Nosotros producimos con unas condiciones excepcionales".
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