Los flotistas europeos temen la transición eléctrica más que los americanos, más preocupados por el aumento de costes

Más de la mitad de los gestores de flotas de Alemania (un 58% de ellos) y un tercio de los flotistas franceses ven la transición a la movilidad eléctrica como un problema, mientras que solo un 23% de los estadounidenses citan esta materia como un obstáculo. Es una de las diferencias regionales que muestra una encuesta de Continental a 850 gestores de flota en cuatro países: Alemania, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.

Curiosamente, en Alemania, la mitad de los flotistas ya ha invertido en movilidad eléctrica o está en proceso de hacerlo, mientras que la media de los cuatro países es del 41%. Entre todos los participantes en la encuesta, otro 24% tiene previsto invertir en movilidad eléctrica en los próximos uno o dos años. Los alemanes son también los más afectados por la escasez de conductores, un 48% de ellos lo está frente a una media mundial del 34%.

En global, el 72% de los encuestados cree necesario introducir cambios significativos en sus flotas para hacer frente a los retos actuales del sector. A más de la mitad (56%) de los gestores de flotas encuestados les preocupa perder competitividad en un plazo de cinco años si no consiguen adaptarse a condiciones cambiantes como el aumento de los costes, los retos relacionados con la crisis o la normativa sobre emisiones. Esta preocupación es especialmente elevada en Estados Unidos, donde el 81% de los encuestados expresó este sentimiento, frente a solo el 22% en Alemania.

Los datos muestran que los gestores de flotas estadounidenses están, en general, más abiertos a la transformación y a la adopción de nuevas tecnologías. En Estados Unidos, el 63% de los encuestados se identifican como los primeros en adoptar las nuevas tecnologías, frente a una media de solo el 20% en los mercados europeos. El compromiso en el país americano es especialmente fuerte en la gestión digital de neumáticos, con un 62% que ya ha invertido o planea hacerlo pronto, frente a solo un 19% en Europa.

Rentabilidad, seguridad y sostenibilidad

Las empresas tienen objetivos claros a la hora de modernizar sus flotas: la reducción de costes es la principal prioridad para el 65% de los encuestados, seguida de la mejora de la seguridad para los conductores y otros usuarios de la carretera (44%) y la mejora de la sostenibilidad mediante la reducción de emisiones (43%). La fiabilidad y la minimización de los tiempos de inactividad (41%) también son fundamentales, al igual que el cumplimiento de los requisitos normativos (35%).