El transporte murciano, muy afectado por la caída de exportaciones hortofrutícolas

La Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de la Región de Murcia (Froet) ha mostrado este martes su preocupación por las consecuencias negativas que está teniendo en el sector el descenso sostenido de las exportaciones hortofrutícolas por carretera. El presidente de Froet, Pedro Díaz, ha recordado la relación que existe entre el campo y el sector del transporte de mercancías, principal actividad de la flota frigorífica de camiones de la Región de Murcia.

Díaz ha detallado que el pasado año se enviaron a Europa 2,7 millones de toneladas de frutas y hortalizas procedentes la Región de Murcia, frente a los 3,1 millones del año 2021, lo que representa un descenso del 13,29%. En lo que va de año la tendencia se ha acrecentado. En enero el volumen exportado bajó un 11,56% en relación al mismo mes de 2022, y en febrero esa caída se incrementó hasta situarse en el 16,64%. Son los últimos datos a los que ha tenido acceso Froet.

Esta reducción se debe a múltiples causas, según ha explicado Pedro Díaz, como una climatología adversa y la sequía, lo que ha mermado la producción, a lo que habría que unir la caída de exportaciones al Reino Unido debido al Brexit y el descenso del consumo por el alza de los precios de los productos frescos.

Igualmente, Díaz ha ratificado que el sector sigue sin recuperarse económicamente debido a los incrementos de costes “que, aunque se han moderado en lo que respecta al carburante, siguen lastrando las pérdidas que se generaron el pasado año, sin olvidar que se han disparado los costes del resto de componentes de la cadena del transporte”. Como ejemplo, ha comentado que una rueda que antes costaba unos 450 euros tiene ahora un precio de 600 euros.

Transición ecológica

Por su parte, el secretario general de Froet, Manuel Pérezcarro, ha hablado de los nuevos retos para el transporte. Entre ellos, ha citado la transición ecológica sobre la que piensa que no se están dando pasos acompasados entre las posibilidades reales de la electrificación y el desarrollo tecnológico y de infraestructuras: “Hay países como Alemania, Francia e Italia que se han desmarcado del mandato de Bruselas y han pedido que se autoricen otro tipo de combustibles”.

Y es que, Pérezcarro ha defendido que no existen suficientes infraestructuras para poder atender a los vehículos eléctricos, y menos aún a los camiones, que están empezado a dar servicios muy concretos de distribución urbana y corto recorrido, pero todavía no pueden emplearse para cubrir rutas de larga distancia o internacionales.