Los transportistas huyen de la imposición del camión eléctrico
Ramón Valdivia (Astic) pide que "no se predirija a un solo modelo" de vehículo.
Los transportistas se revuelven contra la imposición del camión eléctrico como única forma de descarbonizar el sector del transportes de larga distancia. Al menos a corto plazo. Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic, ha pedido que "se huya del dirigismo" y que no se señale hacia una única tecnología de propulsión para los vehículos de transporte por carretera. Para Valdivia, la solución pasa por la competencia entre las diferentes tecnologías disponibles para que los transportistas tengan la posibilidad de elegir.
"Nos gustaría que hubiera competencia. Si se predirije a un solo modelo, el fabricante de ese modelo se relaja e igual no hace las mejoras necesarias. Por ejemplo, los camiones eléctricos tienen una tara 3.000 kilos mayor que los de combustión. Si se dice que la única solución es el eléctrico igual los fabricantes no trabajan para reducir esta tara", ha expresado Valdivia este miércoles en la mesa redonda sobre la descarbonización del transporte de mercancías por carretera organizada por la federación europea Transport & Enviorment, que ha tenido lugar después de presentar el informe Transporte de mercancías por carretera cero emisiones.
Valdivia ha sido el representante de los transportistas en la mesa, y también la nota más discordante entre los intervinientes, puesto que muchos de los otros han abogado por pedir más intervención política y ambición para fijar los objetivos de descarbonización. El más claro ha sido Mario Rodríguez, de la dirección del área de Transición Justa de Ecodes (Fundación Ecología y Desarrollo), que ha pedido a los políticos que implementen medidas fiscales para gravar los medios más contaminantes y ayudas para los más eficientes: "No solo se puede dejar a la libre competencia. Tiene que haber una regulación política", asegura.
Un razonamiento que también comparte Fedor Unterlohner, de Transporte & Enviorment, para el que el objetivo de eliminar los motores de combustión en 2040 se queda corto, porque sería "demasiado tarde": "¿Por qué un camión eléctrico vale tres veces más? No es por los costes de las tecnologías, es porque los fabricantes no fabrican. Hay que dar el mandato político para que se escale la producción, porque sino hay una cantidad muy baja de camiones eléctricos y son más caros".
En un punto intermedio se sitúa Isabel Gómez, analista energética de Iberdrola que ha colaborado en la redacción del informe: "En 2017 pensábamos que solo el transporte ligero se iba a poder electrificar. Ahora estamos empezando a pensar que el transporte pesado también se puede. De golpe no, obviamente". Además reconoce que no hay que centrarse "solo en una nueva tecnología, pero tenemos que ver cuál es la que soluciona nuestros problemas".
Paridad de costes en 2025
El informe presentado este miércoles y coordinado por Transport & Enviorment muestra cifras muy optimistas sobre el coste total de propiedad de un camión eléctrico frente a uno de combustión interna. El trabajo asegura que los eléctricos de batería alcanzarán la paridad de coste con los de gasóleo en 2025 y adelanta que en los próximos años serán incluso más baratos.
Valdivia responde sin embargo que "las empresas transportistas ya comparan el coste total de los vehículos, y si hubiera un modo que fuera claramente más económico trabajarían con él". También recuerda que al coste se le tienen que añadir otros factores como la tara o la autonomía.
El vicepresidente de Astic también ha aprovechado su intervención para subrayar que "el transporte de mercancías por carretera solo supone el 4% de las emisiones de CO2 en Europa". A lo que Carlos Bravo, de Transport & Enviorment, contesta que no es despreciable "el 10% de emisiones que el Ministerio de Transportes español achaca al sector": "Todos tenemos que hacer un esfuerzo para descarbonizarnos".
Carencia de infraestructuras
En los que todos los intervinientes han estado bastante de acuerdo es en la necesidad de implementar una infraestructura que permita la implantación real de camiones que funcionen con energías alternativas al gasóleo. Preguntada por la prioridad absoluta para la descarbonización del transporte, Isabel Gómez, de Iberdorola, contesta: "Sobre todo que los puntos de recarga estén disponibles donde los necesitan y que se pueda recargar en los descansos obligatorio de 45 minutos que tienen que hacer los conductores".
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