"Hay mucha tensión entre concesionarios y fabricantes"

¿Cómo define la situación actual del mercado de vehículos industriales?

Alfonso Sánchez.- Sufrimos falta de abastecimiento de vehículos nuevos y el futuro no se adivina nada claro. Los transportistas demandan vehículos, pero no somos capaces de atender esta demanda correctamente porque no nos suministran vehículos con normalidad. Tenemos incluso vehículos en las campas pendientes de entregar porque no nos llegan algunos componentes. Para añadir todavía más problemática, nos encontramos con vehículos usados pendientes de recoger a cambio de vehículos nuevos que no podemos entregar, y que tasamos hace meses sin poder recogerlos.

¿De qué manera afecta esta coyuntura al mercado de camiones usados?

A.S.- Se ha producido un gran incremento de la demanda de unidades con dos, tres y cuatro años, lo que ha provocado que haya escasez de unidades para este mercado, no sólo en España sino en muchísimos países. No estamos recogiendo vehículos usados porque no podemos entregar los nuevos.

¿Puede estimar un plazo medio de entrega para un vehículo nuevo?

A.S.- Puede haber momentos puntuales en los que el plazo sea de cuatro o cinco meses, pero como norma general hablamos de un plazo de seis meses o superior. Nos espera un 2022 complicado. No recuerdo una situación parecida a lo largo de toda mi trayectoria profesional.

¿Hay alguna buena noticia en el ámbito de la posventa al crecer la edad media del parque?

A.S.- La actividad de posventa ha evolucionado favorablemente por encima de nuestras previsiones. Ahora bien, los problemas en la cadena de suministro no afectan sólo a la entrega de camiones nuevos, ya que nos faltan piezas de recambio para poder reparar camiones. Tenemos vehículos parados sin poder repararlos por falta de piezas.

¿Cómo afecta esta situación a la relación entre marcas y concesionarios?

A.S.- Hay concesionarios que lo están pasando muy mal porque dependen en mayor grado que otros de la venta de vehículos frente a la posventa. Hay mucha tensión entre concesionarios y fabricantes, ya que muchos concesionarios están pasando un muy mal momento.

¿De qué manera afrontan los concesionarios los retos derivados de la llegada de nuevas tecnologías de propulsión?

A.S.- Hoy por hoy no veo claro este asunto, ni en lo que tiene que ver con la formación de los mecánicos ni en lo que tiene que ver con la adecuación de las instalaciones para los vehículos del futuro. Ahora de lo que se trata para los concesionarios es de subsistir en el día a día.

¿Qué esperáis o qué le pedís al Gobierno?

A.S.- Queremos que nos escuchen, que sean conscientes de la problemática de nuestra actividad. Y tengo que decir abiertamente que no nos escuchan. Un aspecto clave sería abordar de una vez por todas un plan de achatarramiento que contribuya a reducir la edad media del parque. Pero es que llevo 32 años en esto y todavía no he visto ninguno planteado seriamente por el Gobierno.

¿Cómo crees que va a evolucionar el número de concesionarios y talleres oficiales de VO?

A.S.- Tengo claro que se va a producir una reducción, especialmente si continúa la situación actual. Puede haber establecimientos que renuncien a la actividad de venta y que queden sólo con la posventa y puede haber concesionarios que lleguen a la conclusión de que no quieren seguir.