Este fin de semana, la Guardia Civil y la Policía Nacional han detenido en dos puntos de España a sendos grupos que se dedicaban al robo de camiones. Asaltaban vehículos en zonas de estacionamiento.
La Guardia Civil de Sevilla ha procedido a la detención de cuatro personas y a la investigación de otras dos, por su presunta implicación en numerosos robos en camiones estacionados en áreas de descanso. Estas investigaciones se iniciaron ante el aumento de los delitos cometidos en estaciones de servicios del término municipal de La Campana (Sevilla). Según los indicios, los autores cortaban la lona y el precinto o candado de los remolques con el objetivo de ojear la carga. En el caso de contener mercancía de fácil venta en el mercado negro, cargaban el material en su vehículo emprendiendo la huida.
Los investigadores desarrollaron vigilancias por las zonas afectadas, observando en una de las madrugadas a cuatro personas que, tras llegar con su vehículo, se acercaron a uno de los camiones estacionados forzando la puerta del remolque. En el momento que se disponían a robar la carga, los agentes procedieron a su detención frustrando la acción delictiva.
Baleares
Por su parte, la Policía Nacional, en colaboración con agentes de la policía federal alemana LKA (Landeskriminalamt), detuvieron el pasado martes, en Palma, a un individuo de origen polaco, considerado por la autoridades germanas como el jefe de una organización criminal.
Según ha informado la Policía este domingo en una nota de prensa, el modus operandi del grupo, de origen polaco, consistía en el forzamiento de remolques y semirremolques de camiones estacionados principalmente en áreas de servicios de autopistas alemanas, mediante el método de corte de las lonas para, a continuación, registrarlos y llevarse los objetos de valor de su interior.
Para llevar a cabo este plan, se realizaba un reconocimiento de los lugares de estacionamiento de los vehículos a asaltar, se obtenía el material técnico y la logística para abrir los remolques o bien los semirremolques y transportar los bienes robados y, finalmente, se abrían los vehículos cuando se presentaba una buena oportunidad, normalmente mientras los conductores dormían.
La organización contaba en Polonia con lugares, como almacenes y garajes, donde ocultaban temporalmente la mercancía. Posteriormente, le daban salida mediante diferentes vías, como son la venta a través de plataformas de internet o directamente en tiendas físicas. Con los beneficios obtenidos se pagaba a los miembros de la organización.
Entre otros objetos robados, se encuentran cajas de juguetes de una conocida marca, con un valor aproximado de 32.000 euros, aspiradoras con un valor total de 41.000 euros o televisores con un valor aproximado de 64.000 euros.