Los agricultores franceses se acercan al mercado de Rungis, una de las líneas rojas para el Gobierno francés

Los agricultores franceses mantienen este miércoles el cerco a París con el mercado mayorista de Rungis como uno de sus principales objetivos. Permanecen cerradas al tráfico varias vías de acceso a la capital francesa, como las autopistas A4, A10, A6 o A13 -la información de los cortes está actualizada en la web del Gobierno francés y en la del Servicio catalán de Tráfico-.

Dejar libre acceso en el mercado de Rungis es una de las pocas líneas rojas que ha puesto el Gobierno francés a los agricultores, que protestan por los precios que se les pagan y acusan a países como España de "competencia desleal". La gendarmería ha desplegado vehículos blindados en la A6 cerca del mercado para hacer frente a los tractores, según informa la patronal española CETM.

Sin embargo, el ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin, ha descartado que por ahora el Gobierno tenga en mente cargas para levantar los bloqueos impuestos en varias carreteras por agricultores, ya que "no son delincuentes", sino "gente que trabaja", si bien ha advertido de que hay también ciertas "líneas rojas", según declaraciones recogidas por Europa Press.

15 detenidos

"Les dimos líneas claras: no entrar en París, no bloquear (el mercado de) Rungis y no bloquear los aeropuertos", ha añadido, un día después de que el primer ministro, Gabriel Attal, prometiese seguir negociando. En la zona de Rungis, de hecho, 15 personas han sido detenidas por las fuerzas de seguridad este miércoles por la mañana por interrumpir la circulación, según fuentes de la Fiscalía citadas por la cadena BFM TV.

El Ejecutivo estima que unas 10.000 personas participan en las movilizaciones convocadas en distintos puntos del país -hay más de un centenar de bloqueos-, en el marco de un malestar general del sector que se extiende también a otros países de Europa y que el presidente galo, Emmanuel Macron, ha prometido tratar esta semana con la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.