"Los camioneros solo van al médico cuando ya se han pegado el tortazo"

Amelia Cantarero nació hace 48 años el día de San Cristóbal, patrón de los conductores. A priori, esa es la única vinculación que tenía con el mundo de la carretera, porque ella es médica de familia desde hace 20 años y no tiene ningún familiar ni amigo que trabaje en el sector del transporte, aunque asegura que disfruta mucho de conducir. Sin embargo, Cantarero ha creado una aplicación gratuita para mejorar la salud de los conductores profesionales. Fue fácil encontrar el nombre para esta app: Cristóbal.

Esta médica es del madrileño barrio de Carabanchel, pero en el tiempo que lleva ejerciendo en la Seguridad Social se ha recorrido media España: Soria, Guadalajara, La Rioja y Zaragoza, donde está ahora, "incluso he ejercido en India", apostilla. Fue en sus primeras guardias cuando se dio cuenta de que los camioneros tenían enfermedades específicas por su profesión y, sobre todo, una dificultad mayor para tratarlas: "Solo vienen los fines de semana o por la noche... siempre de urgencia o cuando ya se han pegado el tortazo. Yo les digo que tendrían que hacerse un estudio, un electro, un análisis y siempre me contestan que no tienen tiempo", narra por teléfono.

El proyecto estaba en la cabeza de Cantarero desde hace años, pero se lanzó definitivamente a él tras escuchar a un colega de Alfajarín, la localidad cercana a Zaragoza que cuenta con un importante área de servicio para camioneros: "Había atendido de un infarto a un conductor que había andado tres kilómetros hasta llegar al centro de salud. Y todo porque no pueden dejar el camión a la puerta del ambulatorio".

Desde que se interesó por la salud de los camioneros, Cantarero ha conocido infinidad de anécdotas que ponen de relieve las carencias de la salud, y hasta la seguridad de los profesionales de la carretera-"a uno le robaron un riñón"-, pero ella prefiere poner el acento en que "quieren cuidarse", lo que pasa que muchas veces les resulta difícil: "Muchos quieren dejar de fumar, comer mejor. Pero es muy difícil comer sano por ahí o mantener una buena postura en la cabina". De hecho, una de las primeras cosas que creó para este proyecto fueron unos vídeos de ejercicios que se pueden realizar dentro del camión, disponibles en el apartado mejorar la forma física de la app.

El menú principal de Cristóbal cuenta, de momento, con cinco opciones principales para tratar algunas de las dolencias más frecuentes: dieta, mejorar la forma física, manejar el estrés, dejar de beber o fumar y mejorar el sueño. Además de un mapeo de asistencia médica de urgencia y otro con las áreas de servicio. "Nuestro objetivo es que no se sientan solos, que puedan encontrar un médico por geolocalización. Poco a poco vamos rellenando los mapas con los profesionales", explica.

El "núcleo duro" de la app, como dice Cantarero, lo forman su compañero de Alfajarín y otra médica de Zaragoza, pero asegura que todo su centro de salud está volcado con la aplicación: "Hay que nombrar a todos mis compañeros del Villamayor: médicos, enfermeros, especialistas...", además de a diversos colegas con los que se ha ido encontrando en años de profesión.

En busca de financiación

La app cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Medicina de Familia (Semfyc) y el mes pasado obtuvo un premio de las I Jornadas de Innovación en Atención Primaria, que se celebraron en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. "Pero se trata de un apoyo más psicológico que otra cosa", admite Cantarero. Y es que son ella y su marido -también muy concienciado con las condiciones de los transportistas porque trabaja en Mercazaragoza y los ve descargar a diario- los que se encargan casi en exclusiva de financiar el proyecto.

La médica confiesa que está en plena labor comercial para encontrar financiación. Busca anunciantes en mutuas sanitarias, empresas de servicios para camiones y está pensando en llamar a algún fabricante. A pesar del esfuerzo está claro que se muestra muy satisfecha de haberse lanzado: "No quería que fuera otro proyecto de salud que presentas, te lo reconocen y se queda en un cajón. Quería hacerlo realidad".