Más ayudas de los países europeos para comprar vehículos eléctricos, pero, además, que estas ayudas estén coordinadas y, de alguna manera homogeneizadas. Es lo que pide la patronal europea de fabricantes de vehículos, ACEA, que recuerda que la electrificación "va más lenta de lo esperado", especialmente en los vehículos industriales: "La disponibilidad de programas para vehículos pesados como camiones y autobuses es aún más crítica [que en el caso de los turismos], ya que más de un tercio de los Estados miembros no ofrecen incentivos para su adquisición". Entre estos países sin ayudas para la renovación de flotas está España.
30 planes muy dispares
ACEA reclama que "no se trata solo de una cuestión de dinero disponible, sino de una mejor coordinación entre los países europeos. Europa adolece de un marco fragmentado, donde los programas se deciden a nivel nacional. Más de 30 programas muy dispares en todo el continente, con distintos niveles de financiación y criterios, dan lugar a una adopción de vehículos eléctricos a varias velocidades en Europa".
La patronal ha publicado un cuadro donde compara los incentivos fiscales y ayudas de cada país, al que se puede acceder en este enlace. Y es que los fabricantes y transportistas dan casi tanto valor a las exenciones fiscales como a las ayudas directas para la compra de vehículos. Esta semana, en el Foro Anfac –la patronal española de fabricantes de vehículos–, su director general, José López-Tafall, reclamaba deducciones en el impuesto de sociedades para vehículos electrificados y la exención en el impuesto sobre la electricidad para la recarga de vehículos.
ACEA cita a Bélgica como líder en programas de incentivos y su mayor cuota de vehículos eléctricos. En el lado contrario, según la patronal, están los países de Europa Central y Oriental, donde la cuota de electrificación es notablemente más baja.
Hoja de ruta sin ayudas
Sobre el plan de acción para la industria automotriz que presentó la Comisión Europea el 5 de marzo, ACEA explica que los fabricantes de vehículos se mostraron decepcionados por la falta de nuevos fondos para incentivos a la demanda, a pesar del anuncio previo de la vicepresidenta de la Comisión, Teresa Ribera, de un esperado programa de subvenciones paneuropeo que podría abordar los desequilibrios y la fragmentación: "La Comisión Europea debería revisar esta iniciativa propuesta con urgencia, ya que proporcionaría un impulso muy necesario en un momento clave de la transición", reclama.