Casi todos los conductores, un 96% de ellos, comete algún fallo clave. Es el resultado de un estudio de ACF Innove con simuladores de conducción, que ha probado en cerca de 400 empleados. Los participantes han realizado pruebas de conducción de aproximadamente 15 minutos en un entorno virtual que simula situaciones críticas: desde la irrupción de un peatón o un animal hasta condiciones meteorológicas adversas o distracciones por el uso del GPS. A través de estos escenarios, el equipo de ACF Innove ha podido identificar patrones de riesgo que requieren atención y mejora.
Uno de los aspectos más preocupantes detectados ha sido el incumplimiento generalizado de los límites de velocidad: el 84% de los participantes los superó, y un 39% lo hizo en más de 15 km/h respecto a lo permitido. Estos resultados no son un caso aislado. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), durante una reciente campaña nacional llevada a cabo del 7 al 13 de abril, se controlaron más de 1,16 millones de vehículos en 3.527 puntos de control y se denunció a 75.028 conductores por exceso de velocidad, lo que representa un 6,5 % del total. Además, 11 de ellos fueron puestos a disposición judicial por superar en más de 80 km/h el límite legal, según el artículo 379.1 del Código Penal. Estos datos refuerzan la necesidad de incorporar la concienciación sobre la velocidad como eje central en las políticas de seguridad vial empresarial.
Más allá del exceso de velocidad, el programa de ACF Innove ha revelado otras carencias generalizadas en aspectos fundamentales de la seguridad al volante. El 94% de los participantes no respetó la separación lateral mínima, especialmente en adelantamientos o cruces con ciclistas y animales. Además, el 64% no mantuvo la distancia frontal adecuada respecto al vehículo precedente.
El uso incorrecto de los intermitentes —presente en el 96% de los casos— evidencia una falta de hábitos preventivos al realizar giros o cambios de carril. También se detectó una alta incidencia de errores en la utilización del alumbrado: el 98% de los conductores no adaptaron correctamente las luces a las condiciones de visibilidad o meteorológicas. Por otro lado, el 51% no consultó los espejos retrovisores antes de detenerse ante un paso de peatones y el 69% no identificó riesgos en la vía mientras utilizaba el GPS. En el caso de las averías simuladas, el 96% no actuó de forma segura y un preocupante 61% permaneció dentro del vehículo en situaciones de alto riesgo en las que lo recomendable era salir del mismo.
Conducción poco eficiente
El simulador también permitió medir el nivel de eficiencia en la conducción. El consumo medio de los participantes fue de 8,57 litros cada 100 km, lo que supone un 31% más que el consumo de referencia registrado por el instructor en condiciones similares. De hecho, un 89% de los empleados superó en al menos un 15% ese nivel óptimo, lo que refleja patrones de conducción agresivos o poco sostenibles.