Abran paso al camión eléctrico que no necesita enchufe...
Se trata del eDumper Lynx, un vehículo que además es incluso "donante" de kWh.
Así se las gasta el eDumper Lynx. Un camión volquete de 45 toneladas de tara con dos motores eléctricos alimentados por un paquete de baterías con una capacidad de más de 600 kW/h.
El eDumper es el resultado de un estudio llevado a cabo por los investigadores de dos universidades suizas: la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna y la Universidad Interestatal de Ciencias Aplicadas NTB Buchs.
El camión es una transformación del modelo Komatsu HD 605-7, un "volquete" diésel de 9,35 m de largo con un frontal prácticamente cuadrado (4,23m de ancho 4,4 m de alto). Los responsables del proyecto calculan que este vehículo, al que le auguran una vida útil de un decenio, será capaz de ahorrar medio millón de litros de gasóleo durante su existencia (unas 1.300 toneladas de CO2).
¿Dónde está el truco?
El trabajo del eDumper consiste en subir de vacío, con sus 45 toneladas de tara, por las empinadas rampas de la mina en la que opera para cargar 65 toneladas de rocas a sus "espaldas". Durante el descenso, los motores eléctricos actúan como regeneradores de la batería, aprovechando la gran inercia que les proporcionan las 110 toneladas por aquellas pendientes del 13%.
Tal es la regeneración que obtiene nuestro protagonista que incluso es capaz de conseguir un balance positivo de 10 kWh en cada viaje (y hace 20 diarios). Es decir, al cabo del día su frenada regenerativa habrá conseguido generar 200 kWh más de los que ha consumido.
El vehículo, que lleva varios años operando (bastante alejado del concepto de "electromovilidad urbana"), invita a la reflexión: ¿es eficiente (en el sentido más amplio del término) un camión eléctrico en estas circunstancias?