Renault T High 480 TC: Premium, ahora sí (y II)

¡Premium! Más de un viejo rockero del volante habrá refrescado en su memoria ese vehículo que nos dejara hace ya un decenio para dar paso a esta exitosa serie T. Aquel camión vio inició su andadura a finales del pasado siglo (1996) y aunque sustituía con estilo al "Gitano" (gama R de entonces), nunca fue Premium en la acepción más pura aceptada por la Real Academia Española (de nuestra lengua, por supuesto), porque tenía por encima al imponente Magnum, pionero del piso plano.

Ahora, y ya entramos en materia, sí que podemos calificar de Premium (según la RAE) a nuestro protagonista, pero no solo en su marca, sino dentro de la oferta que ofrece el mercado en su segmento. Pasemos revista a los motivos y pongamos pruebas "sobre la mesa".

Estacionamos convenientemente nuestro vehículo. Antes de adentrarnos en su cabina echamos un último vistazo a su exterior. Las bocinas de aire y el parasol potencian su porte exterior. Son las concesiones de esta versión para potenciar su imagen, que contrastan con la cuidada aerodinámica de los carenados y semirremolque (quedamos a la espera de la desaparición de las enormes carcasas de los retrovisores).

Subir a "un piso plano" requiere un peldaño adicional en todos los modelos. Como en los demás, ese cuarto peldaño es el más difícil de resolver para los diseñadores, porque se adentra en terreno de la zona motor. Para facilitar el ingreso en cabina, las puertas admiten una apertura de 90º.

En los camiones con piso plano encontramos una mayor verticalidad en el posicionamiento de los peldaños. La extensión del suelo de la cabina hasta casi el límite de la anchura del vehículo impide el habitual escalonamiento que encontramos en las versiones con túnel motor, como el propio T (a secas, sin High).

Una encuadre poco frecuente que nos muestra en detalle la zona diáfana que deja el piso plano. El abultamiento del suelo que se encuentra bajo la bandeja central, en la zona izquierda de la imagen, favorece el apoyo del pie derecho cuando de emplea en el acelerador.

Antes de sentarnos, podemos comprobar el nivel de reglajes que admite nuestro protagonista en la butaca del conductor. Para que el vehículo sea Premium, no puede faltar la climatización del asiento, por supuesto.

Una vez posado en su cojín, previamente "atemperado" al gusto, el conductor tiene ante sí esta nueva visión. La consola central se dobla para acercar su botonería a la diestra del piloto con otra cara, mientras que el volante multifunción, ahora sí invita a asirlo con gusto, con una distribución de sus pulsadores renovada con acierto.

Ya no existen teclas escondidas en sus radios principales, y tras el arco superior se adivina un cuadro de instrumentos completamente nuevo. Es renovado puesto de conducción pide una versión especial con mayor presencia de cuero en los acabados, e incluso alguna inserción en madera, porque ahora sí, el T High 480 TC lo vale.

La digitalización le ha llegado al T en este último curso, y el cuadro de instrumentos es prueba de ello. Admite diferentes configuraciones, para adecuar la cantidad y cualidad de información que queremos visualizar a nuestro gusto. En la imagen podemos ver cómo luce la inclusión del mapa del navegador, acaparando la zona central para que el conductor pueda verlo sin necesidad de girar la cabeza hacia la pantalla auxiliar.

Pero cuando lo hagamos, será esto lo que nos encontremos. Los mandos del freno de estacionamiento (de accionamiento electrónico) y el pulsador de arranque se ubican en esta consola central, descaradamente girada hacia el conductor para facilitar el uso de los elementos que incluye, y entre los que quiero destacar una de las funcionalidades de la pantalla auxiliar: el asistente de tacógrafo, que brinda una completa información al conductor en lo referente a sus tiempos de conducción y descansos (de todo tipo).

En esta toma vemos lo que da de sí la consola central y su "doble cara". De la que "mira" al conductor ya hemos hablado, pero también ofrece posibilidades al acompañante (en caso de que lo hubiera) o al propio conductor cuando abandona la conducción y cambia de asiento.

Son varias las posibilidades que ofrece este T High al conductor para los momentos en los que no ejerce como tal. El asiento giratorio con la polivalente mesa desplazable es una de ellas, pero no la única. La cama se acompaña de una especia de "semi-hamaca" que para algunos "cuerpos" puede resultar una solución muy agradecida.

Y ya que estamos acomodándonos si optamos por extender nuestro tiempo de descanso con mayor seguridad, el bloqueo de la puerta es posible también en nuestra unidad.

Concluimos las posibilidades de acomodo con esta imagen que nos muestra el acceso a la segunda litera (que como bien saben los habituales de la marca tiene una segunda función como zona de almacenaje cuando se pliega en su mitad) y una vista "aérea" puesto de conducción.

Y concluimos también este repaso fotográfico del renovado interior del T High 480 TC, un modelo que en el ecuador de su vida comercial ha escalado puestos en su competitividad frente a la competencia para posicionarse como una propuesta que ofrece:

• Al conductor una elevada calidad de vida a bordo, tanto cuando conduce como cuando descansa,
• A la empresa una imagen exterior potente,
• En ruta un rendimiento excepcional de la cadena cinemática, y
• Al "bolsillo" unos números difícilis de mejorar en materia de consumo de combustible.