Los transportistas de mercancías optan mayoritariamente por las ayudas del Gobierno al achatarramiento de vehículos usados, pero poco a la compra de camiones eléctricos nuevos. Fenadismer recuerda que a principios de 2022 se puso en marcha un paquete de ayudas del Gobierno central para la renovación de la flota de transporte española, dotado con un presupuesto trianual total 400 millones de euros.
Las subvenciones,que gestionan las Comunidades Autónomas, están dirigidas tanto al achatarramiento de camiones y autobuses como a la compra de vehículos nuevos, pero solo para camiones eléctricos o de hidrógeno. Y, según comunica Fenadismer, los transportistas se han decantado mayoritariamente por la línea dedicada al achatarramiento de vehículos, ante la oferta real de vehículos nuevos de propulsión eléctrica o de hidrógeno, que han sido adquiridos mayoritariamente por grandes empresas, especialmente de transporte de viajeros.
Achatarramiento agotado
De hecho, gran parte de las comunidades autónomas agotaron en pocos meses el presupuesto inicialmente adjudicado por el Gobierno central para achatarramiento, dado el aluvión de solicitudes presentadas por los transportistas. "Por el contrario, las líneas destinadas a la compra de vehículos nuevos han tenido una respuesta mucho menor, casi en su mayoría por parte de grandes empresas", denuncia Fenadismer, que en su día exigió sin éxito que las ayudas cubrieran la compra de camiones de gasóleo nuevos de última generación y los propulsados por gas natural GNL o GNC.
Según los datos recopilados por la federación de transportistas, más del 81% de las adquisiciones de vehículos nuevos acogidos a estas ayudas son acaparadas por las grandes empresas, frente a sólo el 12% en el caso de autónomos y pequeñas empresas. Por subsectores, el 67% del presupuesto de las ayudas se han destinado a la adquisición de autobuses (principalmente híbridos y eléctricos) frente a tan sólo el 32% a la compra de camiones.