Volvo FH Electric: El primero de la clase
PRUEBA
Con aparente pasmosa facilidad, el fabricante sueco ha conseguido electrificar su gama pesada, con su reputado FH a la cabeza.
La tecnología tiene muchos aspectos en común con las olimpiadas: cuenta con varias disciplinas, requiere tiempos de preparación, ensayos o entrenamientos y pruebas, y finalmente llegada la fecha prometida, toca competir.
Volvo Trucks está demostrando haber hecho los deberes durante la pre-olimpiada. Si al líder de ventas de camiones eléctricos del año pasado le asignamos la tractora más vendida durante el mismo periodo, nos da como resultado el vehículo que presentamos en este artículo: el Volvo FH Electric, favorito y rival a batir en esta fase previa de la "fiesta de la nueva Olimpia" que es la electromovilidad más pesada.
El camión eléctrico más pesado de Volvo ya tiene su propio ebook en Ruta del Transporte, donde desmenuzamos algunos de los detalles que le caracterizan recurriendo a la palabra, pero ha llegado la hora de que las imágenes hablen. Esto es lo que nos tienen que contar:
El comportamiento dinámico del FH Electric no tiene nada que envidiar a su equivalente diésel. De hecho los ejes de la tractora tienen un reparto de pesos más equilibrado, que beneficiaría la tracción en condiciones de baja motricidad.
El guarnecido de las puertas del FH no es excesivamente voluminoso. Volvo acomodó en esta generación de FH los clásicos botones que permiten gestionar las opciones de los retrovisores (calefactado y movimiento) y elevalunas más el bloqueo de la puerta.
El ángulo desde el que está tomada esta foto nos permite ver también el ligero desalineamiento de los peldaños para facilitar el acceso al interior de la cabina.
Es casi obligado citar los retrovisores que monta esta generación de FH en cada artículo o prueba que llevamos a cabo con este modelo. Pronto dejarán paso a las cámaras (es "ley de vida"), como los cambios automáticos tomaron el relevo de los manuales, pero Volvo contará con el honor de cerrar este capítulo habiendo desarrollado los mejores retrovisores del mercado.
La mayor parte de su éxito no está en la imagen que reflejan (en este parámetro no existen grandes diferencias entre los principales fabricantes) sino en el diseño minimalista de sus "carcasas" que unido a la separación del adelgazado pilar "A" apenas ocultan información tras ellos.
Otro de los puntos fuertes de la gama FH es que el volante admite reglaje en tres ejes, detalle que permite alcanzar un elevado nivel de ergonomía al conductor. Volvo fue pionero en la inclusión de esta solución en sus camiones de larga distancia, como también lo fue en implantar la dirección de asistencia eléctrica.
El fabricante de Gotemburgo la denomina dirección dinámica de Volvo (Volvo Dynamic Steering Evolution), y ya ha experimentado algunas mejoras desde su primera generación. En la actualidad permite al conductor configurar la asistencia y tacto que recibe en el volante casi a la carta. Lo explicamos en el ebook de la prueba.
Volvo ofrece aún la posibilidad de montar el selector del cambio en una "cazoleta" adosada al asiento del conductor, manteniendo en cierta medida la ubicación más tradicional, o en la consola central como bien conocemos de las versiones diésel.
En el caso de nuestro protagonista, como se puede ver en la imagen, este asunto se resuelve de la segunda manera, con cuatro botones que permiten elegir entre marcha adelante, marcha atrás y neutral (punto muerto), e incluso cambiar de velocidad, porque recordemos que Volvo mantiene su caja de cambios I-Shift de 12 velocidades en su gama FH eléctrica.
El cuadro de instrumentos digital de la gama FH ofrece hasta cuatro vistas diferenciadas. Además de la que podemos apreciar en la imagen, también podemos visualizar el peso que lleva el camión en cada uno de sus ejes, optar por otra de corte más clásico o incorporar directamente el navegador.
Esta foto nos muestra dos singularidades de la cabina FH. Por un lado el diseño de los armarios frontales, destacando el formato del central, que cede espacio en favor de la ventana de techo.
A cambio Volvo ha conseguido que además de proporcionar una mayor luminosidad al interior, este elemento sirva de auténtica salida de emergencia gracias en parte a sus generosas dimensiones.
Nuestro protagonista está pensado para la pernocta de un solo conductor, configuración que sospechamos será la más demandada en esta primera oleada de camiones eléctricos pesados.
No hay que descartar que cuando la autonomía que proporcionen las baterías supere los 1.000 km, tenga más sentido la segunda cama. Los armarios traseros, al igual que los delanteros cuentan con iluminación interior.
Otro detalle diferenciador de la cabina FH es el marcado ángulo del salpicadero en su zona central. Con esta decisión Volvo define con claridad los espacios que corresponden a conductor y acompañante. El conductor disfruta de una mejor accesibilidad a los mandos instalados en la "consola central", quedando en cierta medida "arropado" por la mencionada curvatura del salpicadero.
La intromisión del vértice de este elemento en la zona central de la cabina queda sobradamente compensada con el mayor volumen disponible en la parte superior, por el singular diseño ya descrito del armario central situado en la misma vertical.
Nuestra unidad dispone de "pre-instalación" para un televisor. La ausencia de la segunda cama posibilita la instalación de una televisión. La pared lateral situada tras el conductor es el lugar elegido para ello como suele ser habitual.
Así de recogido queda el conductor en su puesto de mando. El ensanchamiento del salpicadero en su zona central permite incorporar otro elemento clásico en la gama: "el nido". Se trata de la práctica bandeja antideslizante con forma pentagonal característica en los FH.
Como se puede apreciar en la imagen, la torsión de la consola central hacia el conductor permite también que la pantalla situada sobre ella "mire" directamente al conductor.
El hueco que encontramos bajo la cama no esconde ninguna sorpresa en cuanto a su distribución. La zona central la acapara la nevera, siendo secundada a ambos lados por cajones de distinto tamaño que permiten un buen acomodo de nuestros enseres.
Como he comentado, la nevera ocupa el espacio central disponible bajo la cama. Sus generosas dimensiones así como la posibilidad de "sacarla" casi por completo facilita el acceso a su contenido a los dos tripulantes.
Esta decisión, unida al salpicadero en ángulo hace que el piso situado sobre el túnel motor quede casi completamente ocupado, si bien este detalle carece de importancia puesto que la idea que prevalece es facilitar su uso al conductor cuando ejerce como tal.
Aquí está el corazón del FH Electric: tres máquinas eléctricas asociadas al conocido cambio I-Shift. Realmente no se puede apreciar en la imagen en detalle estos elementos de la cadena cinemática, pero creo que sí que muestra a las claras lo que nos encontramos bajo la cabina de nuestro protagonista.
Con 666 cv y 2.400 Nm de par motor, el rendimiento de este camión se sitúa a la altura de las versiones diésel equivalentes, al menos en rutas de corto recorrido. En 2024 esperamos poder completar nuestro circuito de pruebas con él, ¿será Volvo también el primero en confiar en su camión eléctrico para someterlo a una prueba de larga duración?
Así es en imágenes el Volvo FH Electric. Un camión que combina la conocida cabina de la gama top del fabricante sueco con una cadena cinemática que tampoco es una gran desconocida, puesto que mantiene su reputada caja de cambios I-Shift de 12 velocidades.
Como decía al inicio, da la sensación de que Volvo se ha introducido en la electromovilidad con pasmosa facilidad en el transporte pesado, sustituyendo su motor de gasóleo por tres eléctricos como el que cambia un diésel por uno de gasolina, aunque en realidad detrás de esta mutación energética hay mucha innovación tecnológica.
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