La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) reclama a la Comisión Europea que busque una solución constructiva y negociada con Estados Unidos ante los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump que afectan, entre otras industrias, a las exportaciones europeas de automóviles, acero y aluminio. El director de vehículos industriales y comerciales de Acea, Thomas Fabian, tacha los aranceles de "muy preocupantes" y señala que en la industria del automóvil "nadie quiere una guerra comercial". ACEA representa a Iveco, Scania, Daimler Trucks, DAF, Volvo, Mercedes-Benz, Stellantis, Volkswagen y BMW, entre otros.
Los directores de varios de estos fabricantes se han reunido con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para discutir el impacto de las políticas del presidente Trump. ACEA calcula que hasta 67.000 millones de euros de exportaciones de vehículos de la UE pueden verse potencialmente afectadas por los aranceles y el coste total, entre vehículos y piezas, es de unos 80.000 millones de euros. La patronal subraya la necesidad urgente de cooperación transatlántica para evitar una mayor escalada y daños a largo plazo para ambas economías.
"Hay una relación muy cercana entre las matriculaciones de vehículos industriales y el desarrollo del PIB", avisa Thomas Fabian
"Si hay espacio para la negociación, para encontrar una solución negociada estable, esta opción tendría que ser explorada hasta el último momento", responde Fabian al ser preguntado en una entrevista con la agencia Efe por la respuesta que debería dar la Unión Europea ante esta situación. "Idealmente, el libre comercio es la meta final que todo el mundo debería estar persiguiendo", señala el directivo de ACEA.
Respecto al negocio concreto de los vehículos industriales y comerciales, Fabian apunta que "hay una relación muy cercana entre las matriculaciones de vehículos industriales y el desarrollo del PIB". El directivo reconoce que para camiones y autobuses hay "muy pocos flujos de exportaciones", pero añade que si el sentimiento económico es negativo, la industria sufre. En este sentido, recuerda que este segmento es un negocio entre empresarios.
Asimismo, Fabian añade que en los vehículos industriales lo que sí se exportan son los componentes, cuya cadena manufacturera está integrada entre países. Por otro lado, el directivo de ACEA se refiere al "efecto secundario" por el que, por ejemplo, si hay fabricantes chinos que dejan de exportar al mercado estadounidense por los aranceles, pueden tratar de vender estos productos en la UE, lo que añade nueva presión competitiva a la ya existente.
Reducción de emisiones
En su entrevista con la agencia Efe, el director de vehículos industriales de ACEA también ha hablado de los objetivos de emisiones para camiones y comerciales ligeros. En 2024, de todos los vehículos comerciales e industriales matriculados, los "emisiones cero" representaron, de media, un 2,3% del total de la UE; mientras que se si se observan solo los camiones pesados, este porcentaje se reduce hasta el 1,2%.
"El reto es que la regulación de emisiones de CO2 para fabricantes de vehículos pesados requiere para 2035 alcanzar un 35% en todos los países. ¿Es realista pasar del 2,3% al 35% en diez años?", se pregunta Fabian, que señala que "no es imposible", pero advierte que no solo depende de los fabricantes, sino que se necesita también la infraestructura y la "paridad de coste", es decir que estos vehículos sean económicamente rentables de operar.