Para los transportistas de IRU (Organización Internacional del Transporte por Carretera), imponer un número mínimo de camiones eléctricos "ya sea a flotistas, operadores de transporte o transportistas causará el mismo daño: distorsión de los mercados y destrucción de la viabilidad empresarial". Y es que, los transportistas se preparan para la propuesta legislativa que presentará la Comisión Europea a finales de año para la descarbonización de flotas. Es posible que esta propuesta incluya la obligación de operar un número mínimo de camiones cero emisiones, lo que rechazan tajantemente desde el sector.
En este contexto, representantes de IRU se han reunido con políticos de la Unión Europea y operadores de transporte en Estrasburgo para discutir cómo hacer que el cambio a flotas de cero emisiones sea viable en el terreno. El debate se ha centrado en garantizar que cualquier legislación futura apoye a los operadores de flotas mediante incentivos, infraestructura y opciones tecnológicas, en lugar de cuotas rígidas. Por parte de IRU, Raluca Marian se ha preguntado: "Todos coincidimos en la necesidad de descarbonizar, pero ¿avanzará la UE hacia una economía planificada, regulando las compras mediante mandatos obligatorios, incluso antes de que se demuestre que los mercados, en toda su diversidad, se recuperarán de forma natural?".
Los políticos presentes en el debate coincidían con los transportistas. Andrey Novakov, miembro de la Comisión de Transporte y Turismo del Parlamento Europeo, ha afirmado: "Necesitamos comprender mejor el sector y aplicar un poco de sentido común. Las empresas saben cómo gestionar sus negocios. No deberíamos fijar objetivos poco realistas para clientes que no están preparados. Los incentivos son mejores que las sanciones, y debemos evitar maniobras arriesgadas".