La hoja de ruta que ha presentado la Comisión Europea este miércoles en Bruselas aparca por el momento la medida que los transportistas más temían: la obligación de operar un número mínimo de camiones cero emisiones. Sin embargo, deja la puerta abierta a incluir esta obligación en una propuesta legislativa que prepara para finales de año.
Y es que, el Ejecutivo comunitario ha presentado al Parlamento y al Consejo un documento sobre la descarbonización de las flotas corporativas –un concepto que incluye todos los vehículos matriculados por empresas, ya sean turismos, comerciales ligeros, camiones o autobuses–, en el que destaca ejemplos de buenas prácticas y se anima a los Estados a adoptar nuevas medidas. Son solo recomendaciones, pero en el sexto punto del documento hay una referencia a la futura norma: "Estas acciones complementarán y anticiparán la propuesta legislativa que la Comisión está preparando para finales de 2025 y que estudiará todas las opciones políticas para aumentar la adopción de vehículos de emisiones cero en las flotas de las empresas".
Alivio de IRU
En la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), que justo este miércoles celebra en Bruselas un encuentro informal con políticos de la Comisión y del Parlamento Europeo, había verdadero temor a que se impusiera una compra de camiones eléctricos a los grandes flotistas. Así que ahora respiran relativamente aliviados. Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de la patronal Astic y miembro de IRU, se felicita por la noticia, pero recrimina que se anuncie una propuesta legislativa para finales de año: "Lo que se consigue es envejecer el parque de vehículos porque la gente no sabe a qué atenerse".
La presidente de la Comisión, Ursula von der Leyen, inició el 30 de enero un diálogo con la industria automotriz que tenía que cristalizar en el plan de acción que ha presentado este miércoles. Los fabricantes europeos de vehículos de la patronal ACEA propusieron que se obligara "a los transportistas y compradores de servicios de transporte a aumentar progresivamente la proporción de sus envíos gestionados por vehículos de cero emisiones". Una medida que escandalizo a las patronales del transporte, que además exigieron –y consiguieron– que la Unión Europea les incluyera en el diálogo sobre la industria automotriz.
El plan de acción que ha presentado este miércoles Von der Leyen se ha concentrado en una serie de medidas de corte proteccionista para ayudar a los fabricantes ante la presión de China y de Estados Unidos. En este sentido, la presidenta de la Comisión ya había adelantado el lunes la medida estrella: dará tres años más a los fabricantes para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de CO2 previstos para este año, en la normativa CAFE (Clean Air For Europe), de tal forma que podrán evitar las multas que se preveían en 2025.
La hoja de ruta para descarbonizar las flotas corporativas (que se ha presentado en un documento diferente al plan de acción industrial para el sector automovilístico y se puede consultar en este enlace) destaca que estas flotas representan aproximadamente el 60% de las matriculaciones de automóviles en la UE. Algo que queda claro en el documento es que la Comisión Europea está totalmente volcada en el modelo eléctrico como única forma de descarbonizar el transporte por carretera.