La propuesta de los fabricantes de vehículos para que la Unión Europea obligue a los flotistas a comprar vehículos cero emisiones ha conseguido unir a las asociaciones de transporte en su contra. La última en levantar la voz en España ha sido la patronal UNO Logísitica, que este martes ha expresado que la medida "podría generar graves consecuencias para las empresas del sector, especialmente las pymes, al aumentar los costes operativos y dificultar la renovación de flotas". Por eso ha solicitado al Gobierno de España que rechace esta imposición. Las patronales españolas CETM y Astic también han rechazado la posibilidad de imponer la compra de camiones cero emisiones, así como IRU, la Organización Internacional del Transporte por Carretera.
De momento, esta obligación solo es una propuesta que se plantea la Comisión Europea para cumplir el objetivo de que en 2040 los camiones emitan un 90% menos de emisiones que en 2019. El Reglamento sobre emisiones de vehículos pesados aprobado el año pasado mandata a la Comisión a que, antes del 30 de junio de 2027, presente un "análisis sobre la posible necesidad y las consecuencias de las iniciativas para aumentar el porcentaje de vehículos pesados de emisión cero en propiedad o arrendamiento de grandes gestores de parques de vehículos". Y los fabricantes de vehículos representados por la patronal ACEA propusieron la semana pasada, entre otras medidas, que se obligue a los grandes flotistas a tener un número mínimo de estos vehículos.
El presidente de UNO, Francisco Aranda, ha advertido de que “esta obligatoriedad podría poner en riesgo la competitividad del sector, y frenar la transición hacia un modelo de transporte más sostenible”. A pesar de que la Comisión todavía no tiene un proyecto firme en este sentido, Aranda rechaza la posibilidad de que se impongan más impuestos a las empresas que no puedan asumir esta medida: "No solo nos obligan a comprar vehículos que no podemos costear ni utilizar en todas las operativas, sino que pretenden penalizar con cargas fiscales a quienes no cumplan con un mandato que, en muchos casos, es inasumible".
Más allá de la electrificación
A pesar de que ACEA habla de "emisiones cero" y no exclusivamente de camiones eléctricos, la Unión Europea está muy centrada actualmente en impulsar estos últimos. En este sentido, Francisco Aranda insiste en que abordar "la descarbonización de las flotas exclusivamente a través de la electrificación, sin contemplar alternativas que podrían ser igualmente eficaces, es un gran error estratégico. Desde UNO apostamos por una transición energética con una visión más amplia, que respete el principio de neutralidad tecnológica e incluya todas las opciones posibles para ser más justa con las empresas y la sociedad, y no sólo para ricos". Una postura en la que también coincide con la mayoría del sector del transporte.
"Actualmente no disponemos de camiones eléctricos que puedan ser utilizados en todas las operativas, ni de incentivos económicos adecuados, ni de una infraestructura de recarga suficientemente desarrollada”, ha denunciado Aranda.