Las propuestas a la Unión Europa de la patrona de los fabricantes de vehículos ACEA para descarbonizar el transporte han generado malestar entre los transportistas. ACEA proponía que la UE "obligara a los transportistas y compradores de servicios de transporte a aumentar progresivamente la proporción de sus envíos gestionados por vehículos de cero emisiones". Una medida que espanta a los grandes flotistas, que son los que se verían obligados a comprar un número mínimo de camiones cero emisiones. Para la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), los fabricantes están intentando "paliar el daño de la política intervencionista de la Comisión Europea incrementando aún más este intervencionismo y extendiéndolo a los transportistas y sus clientes".
En palabras de Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic: "La intención de generar artificialmente un 'mercado garantizado' para vehículos de cero emisiones es, desde nuestro punto de vista, incomprensible en una economía capitalista de libre mercado como se supone que es la que rige en la UE". Otra de las medidas que propone ACEA y que no gusta a los transportistas es que los Estados se apresuren a implantar los nuevos modelos de peajes basados en el CO2 en todos los Estados miembros.
No es el primer choque entre transportistas y ACEA de vehículos en lo poco que va de año; hace solo dos semanas los transportistas quedaron excluidos de un encuentro con fabricantes de vehículos y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, para fortalecer la competitividad global del sector de la automoción. La Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU) se quejó por no estar presente en la reunión: "Un sector automovilístico europeo competitivo y ecológico necesita medidas tanto del lado de la demanda como de la oferta". En resumen, los transportistas creen que ni la Unión Europea ni los transportistas cuentan con ellos.
"Falta de consulta y coordinación"
Astic, organización que pertence a IRU, cree que las propuestas de ACEA a la Unión Europea reflejan falta de consulta y coordinación: "La ausencia de un diálogo efectivo con los operadores de flotas podría resultar en medidas que, lejos de facilitar la transición, creen resistencias y consecuencias económicas negativas, como por ejemplo alargar aún más la vida de los parques rodantes existentes". Esta patronal de transporte internacional reclama la necesidad de un "enfoque holístico, un paquete integrado de políticas que abarque desde la innovación y el desarrollo tecnológico hasta el fortalecimiento de la demanda a través de incentivos y mejoras en la infraestructura". Astic sí que reconoce que las propuestas de ACEA parten de un problema real: "la intersección entre la ambición regulatoria intervencionista y las condiciones de mercado".