Siete soluciones y media que ahorran combustible
Los camiones cada vez consumen menos, pero, ¿cuáles son las últimas innovaciones incorporadas para mejorar los registros?
El rendimiento que alcanzan los motores de gasóleo de última generación junto a soluciones de los periféricos que los acompañan y unas aerodinámicas cada vez más cuidadas son tres pilares fundamentales sobre los que se asientan los avances constantes en materia de consumo de combustible.
El mérito es mayor aún, porque además de gastar menos, contaminan menos, y los sistemas que reducen las emisiones contaminantes no son precisamente una ayuda para el ahorro.
Las mejoras aerodinámicas son una constante, dejando cada vez menos resquicios para las turbulencias, pero vamos a citar a continuación algunas de las últimas soluciones que hacen que un camión de ultimísima generación mejore los consumos (y emisiones) de otro semejante pero con un lustro más de tiempo:
- TurboCompound: Este elemento no es nuevo pero en los últimos años está adquiriendo un protagonismo importante, siendo varios los fabricantes que lo están incorporando en algunas de sus mecánicas. El principio consiste en aprovechar parte de los gases de escape mediante un turbo para impulsar un sistema de engranajes que acaban transmitiendo al cigüeñal un par de torsión adicional.
- Inyectores de nueva generación: ofrecen una mayor presión de inyección, y sobre todo un mayor control electrónico de ésta.
- Cabezas de pistón rediseñadas: el objetivo aquí es conseguir una "turbulencia" del aire más efectiva para mejorar la combustión del combustible.
- Bomba de aceite con regulación variable: Una vez más la electrónica se encarga de dosificar la cantidad de aceite a emplear según los requerimientos, evitando un desplazamiento innecesario del mismo.
- Turbocompresores de alto rendimiento: también este elemento ha sido mejorado con el fin de optimizar su función, es decir, insuflar la mayor cantidad de aire posible con el menor requerimiento energético.
- Aceites de muy baja viscosidad: los aceites multigrado supusieron un antes y un después en el mundo de la lubricación, pero de esto hace ya muchos años. La evolución actual se plasma en, además de periodos de mantenimiento muy extendidos, emplear lubricantes con un SAE extremadamente bajo, lo que redunda en una reducción de la fricción y por consiguiente del consumo de combustible.
- Relaciones de grupo muy largas: se busca el mejor rendimiento del motor y lo más bajo de vueltas posible, y para eso es necesario recurrir a reducciones de eje cada vez más "desmultiplicadas".
Hay más soluciones que se han aplicado en estos últimos años para mejorar los consumos, como otorgar más protagonismo al AdBlue en detrimento de las válvulas EGR para conseguir combustiones más oxigenadas, incluso en algunos casos suprimiendo estas últimas, y sin penalizar las emisiones, pero esto es ya harina de otro costal.