Astic prevé un ligero crecimiento del transporte de mercancías en camión en 2025, aunque descenderá el internacional

El volumen en el sector español del transporte de mercancías por carretera crecerá moderadamente en 2025 en un entorno de gran incertidumbre, generada principalmente por la volatilidad regulatoria, la ambigüedad jurídica y el alza de los costes. Es el pronóstico de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic), que, eso sí, asegura que precisamente el transporte internacional descenderá. Unas previsiones que coinciden con los datos del tercer trimestre de 2024; con un crecimiento del 8,5% del transporte en camión dentro de España, pero una caída del 5% en el exterior.

Astic habla de un contexto desfavorable para el crecimiento, de "enorme incertidumbre por la inestabilidad económica en la UE, la inseguridad jurídica y el aumento de costes que erosionará la rentabilidad". Uno de los factores a los que la patronal de transporte internacional da más relevancia es a los nuevo peajes para camiones basados en emisiones de CO2. La Unión Europa aprobó una modificación en la directiva que regula la manera de gravar las carreteras y grandes países como Alemania, República Checa, Austria y Hungría ya los han aplicado este año. Desde el 1 de enero entrarán en funcionamiento en Países Bajos, Suecia y Dinamarca. El Gobierno español, sin embargo, asegura que no impondrá peajes a corto plazo.

Otro problema para el transporte internacional es que los principales mercados de las exportaciones españolas por carretera, como Alemania y Francia, han anunciado posibles reducciones del consumo y la actividad industrial.

Condicionado al PIB

La actividad del transporte pesado "está íntimamente ligada a la evolución del PIB", ha recordado el vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia. Por ello, si se cumplen las previsiones que sitúan su crecimiento en 2024 en un 2,8% y del 2,3% para 2025, el sector también crecerá en conjunto.  

Según la patronal, todo apunta a que 2024 cerrará con el mejor resultado de actividad desde hace más de una década, fundamentalmente por los flujos domésticos, dado que el año ha sido marcado por la inflación y la incertidumbre económica en el contexto europeo, especialmente en países clave para nuestro tráfico internacional. Alemania ya ha entrado en recesión, mientras que en Francia, que recibe la mitad de las exportaciones de España por carretera, el déficit público no para de aumentar. 

Esta año también ha sido bueno en cuanto al número de matriculaciones de vehículos industriales (30.064 de enero a noviembre, un 14,2 % más que hace un año), a pesar de que las previsiones de los fabricantes no eran buenas a comienzos del presente ejercicio. 

Astic lamenta "la inseguridad jurídica y los cambios normativos, tanto a nivel nacional como europeo, como por ejemplo en la política medioambiental que dicta Bruselas o los anuncios de reducción de la jornada laboral del Gobierno español, porque conforman un panorama desfavorable que erosionará la rentabilidad de las empresas de este sector en 2025".