Los camioneros ucranianos de Europa se organizan para ayudar en la distancia

Illya Zahariya es camionero en Fraga (Huesca). Justo este mes hace 22 años que llegó a España, pero se acuerda más que nunca de su país natal, Ucrania. Zahariya avisó a la Federación Empresarial de Transportes de Huesca de que este martes transportistas de todo el mundo se sumarían a un paro simbólico de 45 minutos cuando fueran las 12.00 del mediodía en Ucrania (las 11.00 en la España peninsular) en protesta por la invasión rusa.

La federación oscense y CETM, patronal a la que pertenece, le han dado visibilidad a esta movilización, a pesar de que el alcance de la protesta ha sido muy limitado en España. El propio Zahariya, que es autónomo y tiene su propio camión, no ha podido sumarse porque estaba realizando labores de descarga en la ciudad francesa de Marsella. Lamenta por teléfono no haber podido parar, pero asegura que ha visto por sus redes sociales como en muchos otros países con más población de origen ucraniano sí que se ha seguido. Comparte por whatsapp el vídeo de un colega de Portugal que sí ha parado a esa hora y ha pitado para protestar por la guerra.

Organizados para ayudar

Es precisamente a través de grupos de Facebook y Whatsapp como muchos ucranianos se organizan para enviar ayuda a su país. Zahariya comenta que lo que más necesita la población en estos momentos son medicinas, pero que es difícil para un particular entrar con sus propios medios al país. Por eso, la comunidad de ucranianos "y también muchos españoles" hacen llegar al Consulado de Ucrania en Barcelona medicinas y otros productos de higiene.

En las redes sociales, cuenta este camionero, se ofrecen muchos transportistas para llevar hasta Barcelona la carga que los voluntarios quieran donar. “Por ejemplo, un conductor de Barcelona avisa por el grupo de Facebook que va a pasar por Alicante y puede llevar medicamentos hasta el Consulado", explica.

En lo personal, él está tranquilo "dentro de lo que cabe", porque su ciudad natal y donde viven la mayoría de sus familiares está muy al oeste y no ha sido atacada por el ejercito ruso. Pero tiene claro que su deber es hacer lo posible para ayudar desde lejos: "Tenemos que ayudar. Cada uno como pueda", resume.