La descarbonización del transporte de mercancías por carretera es un reto de tales dimensiones que cada vez que se analiza públicamente termina por quedar claro que es necesaria una confluencia de factores que no se está ni mucho menos produciendo para que se avance a un ritmo que permita cumplir con las reducciones de emisiones de CO2 fijadas por la exigente normativa.

La preocupación entre los fabricantes de camiones ante la falta de demanda por parte de los transportistas de camiones eléctricos lleva a reclamar abiertamente medidas que tienen que ver con la dinamización de este mercado tanto desde el punto de vista de las ayudas como de la implantación de una infraestructura de recarga suficiente. 

Ha sido durante el Congreso de CETM en Ciudad Real cuando siete directivos de otros tantos fabricantes de vehículos industriales han expuesto sus puntos de vista sobre un tema complejo que implica (o debería implicar) a Administración, cargadores y transportistas, además de los propios constructores.

"El producto existe pero tiene que acompañar todo el sistema", afirmaba abiertamente Roberto Anelli, director de la Unidad de Negocio de Gama Media y Pesada de Iveco España, mientras que Roberto San Felipe, director comercial de Camiones de Scania Hispania, ponía el foco en que "primero tiene que salir una normativa que diga cómo se van a medir las emisiones de CO2 en la carretera" para augurar que "van a caer muchas empresas de transporte cuando lleguen las mediciones de CO2 y las sanciones".

El directivo de Scania apuntaba también que "en España los clientes están paralizados porque hay incertidumbre legislativa" en relación con los vehículos eléctricos, si bien confirmaba a los presentes en la sala el regreso del gas como tecnología de propulsión que ha vuelto a despertar el interés de los transportistas ya que su TCO a día de hoy es muy favorable. "Nuestro mercado en España apunta al HVO", explicaba también.

"La transición no podemos hacerla nosotros solos", ha querido aclarar Raquel González, marketing director & Sustanibility Host de Renault Trucks España, para añadir que "no descarbonizar es una pérdida de competitividad de las empresas". La directiva de la marca del rombo tampoco ha querido ocultar su pesimismo sobre la puesta en marcha de ayudas y ha hecho hincapié en el importante papel que juega la red oficial de cada fabricante en esta transición.

Desde la marca germana MAN, Miriam Lázaro, directora comercial de Camiones de MAN Trucks & Bus Iberia, insistía en que "la hoja de ruta de la descarbonización no es opinable", al tiempo que en el caso de los vehículos eléctricos las cuentas tienen que salir "y en muchas ocasiones salen". Ahora bien, sostiene Lázaro, "es un cambio de modelo de negocio para transportistas y para fabricantes".

Pedro Sanz, consultor de Electromovilidad de Daimler Truck España, confirmaba a los presentes que en transporte de distribución ya se pueden cubrir los costes adicionales de adquisición de un vehículo eléctrico al compensarse con el menor coste por kilómetro recorrido frente a un diésel debido al inferior precio de la electricidad. Sobre las ayudas del ministerio, un balance tajante: "son un dolor: tenemos clientes que llevan operando un año con camiones eléctricos y con ayudas aprobadas que todavía no han recibido".

El punto de vista de Volvo ha llegado de la mano de Daniel Saiz, director comercial de la marca sueca en España, quien sostiene que hay clientes que ven en la electromovilidad "una oportunidad para ser más competitivos y otros que lo ven como una ventaja para sus clientes". Y sobre las diferentes tecnologías disponibles en la actualidad, Saiz ha despejado cualquier duda sobre la estrategia de Volvo al confirmar que "vamos a seguir apostando por todas las tecnologías".

Rolando Gil, manager Movilidad Sostenible de Ford Trucks, ha recordado que la tecnología existe, pero es necesario infraestructuras y ayudas. Y confirmó la llegada en 2025 de vehículos eléctricos a la gama de la marca del óvalo.